Ya han embotellado la primera cosecha de vino blanco de las variedades de albarín y riesling. Le han llamado "Quiéreme, vida" y comenzarán a comercializarla pronto. Ahora dan otro paso para inaugurar este mismo verano el primer lugar de enoturismo de la comarca del Oriente de Asturias.
"La idea es generar un rincón que atraiga a la zona interior a los curiosos que quieran adentrarse en la cultura del vino y de la sidra en el privilegiado entorno del Palacio de Nevares. Será una bodega-lagar", describe Antón Puente, gerente del Grupo Nature, impulsor de lo que será el primer vino comarcal en Parres. "Nuestra idea pasa porque las visitas puedan recorrer, con un itinerario previsto, los viñedos y las pomaradas".
La de Parres es, según explica Puente, "la viña más septentrional de España y es una característica muy atractiva para los enólogos". Pero además el momento en el que resurge, después de seis años desde que se impulsara: "No puede ser mejor porque crearemos puestos de trabajo y potenciaremos un turismo de naturaleza, sano, puro".
El Oriente da pasos hacia una diversificación de su tierra y eso es posible porque "el cambio climático ha contribuido a generar cultivos distintos. Aquí siempre ha predominado la manzana sobre la uva, pero eso no quiere decir que ésta no pueda ser de calidad". Conseguir eso, un vino donde los términos cualitativos sean más importantes que los cuantitativos, es "una cuestión de investigación, estudio, trabajo y esfuerzo".
Porque la idea de convertir esta zona del concejo de Parres en un punto de enoturismo arrancó en el año 2014. Fue entonces cuando el Grupo que fundaron el empresario Tomás Álvarez Aja compró el Palacio de Nevares. Dos años más tarde plantaron las primeras viñas de las que ahora ha surgido el vino.
