"Sobran políticos y faltan médicos, no podemos seguir callados ni soportar más tiempo sin Urgencias". Mónica Salas era la portavoz ayer de las 200 personas -según las estimaciones de la Guardia Civil- que se manifestaron en Posada de Llanes para exigir al Gobierno regional que restablezca el servicio de Urgencias en el centro de salud de la localidad, un derecho que quedó anulado al inicio del estado de alarma.

"Si van a reabrirlo, que nos lo digan, pero que sean claros", reivindicó Salas. Algo que ya habían pedido desde el gobierno local durante una concentración de vecinos para reivindicar la apertura del centro de salud de Pendueles. El Alcalde solicitó entonces que Salud dijera, por escrito, cuándo, cómo y con qué medios se abrirán los servicios que se han ido quitando en los centros periféricos. Pero, lamentan los vecinos, la respuesta del Ejecutivo aún no ha llegado.

Por eso, los vecinos de Posada dudan de que el servicio se restablezca y ayer se echaron a la calle -con el permiso de la Delegación de Gobierno- en una marcha que les llevó desde la plaza de Parres Piñera hasta el centro de salud, donde los sanitarios salieron a la puerta para recibirles. Los vecinos mostraron su apoyo y respeto a los trabajadores del centro en un momento emotivo que sirvió para evidenciar la unión de una y otra parte. "Os necesitamos aquí y os vamos a defender", les gritaron entre aplausos.

"Somos un área muy grande, la segunda de Llanes; nuestro centro de salud soporta la llegada de 13.000 personas en verano y los dos médicos que tenemos atienden 3.200 cartillas en temporada baja, más las tarjetas europeas, que están sin contabilizar. No podemos desplazarnos a Llanes cada vez que tengamos una urgencia, la gestión del Principado durante la pandemia fue espectacular, pero esto ahora no se hace y van a escucharnos".

La parroquia de Posada y el Valle de San Jorge "tenemos atención continuada, pedimos que siga siendo así, y si no va a ser, nos van a escuchar, iremos a Oviedo, a Madrid o a donde haga falta. Ni nosotros tenemos que quedarnos sin urgencias ni los médicos de Llanes tienen por qué seguir soportando cada vez más pacientes" en una población que se "quintuplica" en verano.

"No estamos pidiendo un centro comercial", evidenció Salas, "solo que atiendan nuestra salud". Desde el colegio Don Orione, el sacerdote Alberto Fuentes subrayó "la necesidad absoluta de este servicio, solo nosotros tenemos que hacer uso del servicio cada dos por tres, tenemos 107 internos y el grupo de externos aumenta la cifra hasta 150", lo que, a su juicio, "justifica sobradamente la continuidad" de Urgencias. Cerrarlo "sería una vergüenza", clamaban Dolores Buergo y Elisa Gómez. Porque "si los políticos van a hacer recortes, que los hagan en sus sueldos", defendió Juan Llera. Los vecinos de la parroquia de Posada, "si tenemos que ir a Madrid, iremos", apuntó María Teresa Pesquera, de 84 años, "no nos pueden dejar sin sanidad así", zanjó.