Los vecinos de Carreña siguen vertiendo sus aguas residuales al río Casaño y el alcalde de Cabrales, José Sánchez, quiere ponerle freno cuanto antes a esta situación que debería haberse solucionado hace ya siete años.
Por eso ha solicitado una reunión a tres bandas que aúne posturas del Ayuntamiento, del Principado y del Ministerio para zanjar un que se quedó a medias cuando la administración incumplió el plan de uso y gestión del agua en los Picos de Europa.
Aquel proyecto, conocido como el Plan Agua, dotó de saneamiento y de una depuradora en Arenas a este núcleo y al de Poo. La infraestructura, tal como recuerda el Alcalde, estaba "dimensionada para acoger también los residuos de Carreña" pero en aquel momento Confederación Hidrográfica del Cantábrico dejó fuera a la capital por la "complejidad" de la obra. Así, Carreña se quedó dotada con un sistema de tuberías y colectores, pero como el trabajo quedó inconcluso las aguas residuales siguen vertiendo al río. "O se termina el proyecto o se busca una solución", sentencia el primer edil. En ese debate se encuentran las administraciones implicadas. El Ayuntamiento defiende aprovechar los recursos que hay. Confederación prefiere hacer una depuradora nueva en Carreña, lo que para Sánchez "no tiene sentido" porque "no tenemos terreno público y habría que pagar expropiaciones, además de lo que se ralentizaría el proceso otra vez por tener que hacer más obras".
