Las empresas de turismo activo repartidas por la comarca del suroriente asturiano registran el mejor verano de los últimos lustros en cuanto a ocupación cuando apenas quedan diez días para finalizar el presente mes de agosto, con cifras que hablan a las claras de esa boyante actividad estival en el río Sella.

Baste como ejemplo que ayer, día 19, con algo más de 30º de temperatura, fueron alrededor de 5.000 personas las que completaron la práctica totalidad de la oferta de las empresas de canoas especializadas en el descenso del Sella, sin lugar a dudas la actividad "estrella" en el verano sobre el que pesa la incertidumbre de la pandemia del Covid-19. Unas 2.500 tripulaciones, casi todas dobles, con alguna que otra triple, fueron tiradas a las aguas selleras a lo largo de la jornada.

Atrás queda, afortunadamente, el dilema de los primeros días del pasado mes de marzo, cuando la mayoría de las empresas acababan de reabrir tras el parón invernal, y se mostraban en aquellas fechas sumamente “preocupadas” ante la situación del coronavirus, pues, algunas de ellas se vieron en la tesitura de no contratar personal a causa de la gran cancelación de reservas para realizar una de las actividades más demandadas por la clientela: el descenso del Sella. Muchas se vieron obligadas a cerrar por la anulación de todos los grupos que tenían reservados de viajes de estudios, con el siguiente efecto rebote, ya que, del mismo modo, muchos trabajadores se tuvieron que ir para sus respectivas casas hasta nuevo aviso.

El panorama dio un giro inesperado, para mejor, después del confinamiento y culminado el estado de alarma que había decretado el Gobierno de España. Poco a poco, las cosas volvieron a su cauce para las empresas de ese sector de turismo activo hasta desembocar en uno de los veranos más multitudinarios que se recuerdan en la comarca del Oriente de Asturias y, por ende, en el área de influencia de los Picos de Europa. El “boom” turístico se centró, como no podía ser de otra manera, en el descenso en canoa del Sella y, por supuesto, en el acceso al parque nacional de los Picos de Europa, entre otros destinos. Y, a tenor de lo visto, parece que se dilatará, salvo causa de fuerza mayor, hasta finales de agosto o primeros de septiembre. ¡Y quédure!