Efectivos de la Policía Local de Cangas de Onís, junto a agentes de la Guardia Civil, llevaron a cabo una nueva actuación en la ribera del Sella contra los chiringuitos que carecen de la preceptiva autorización, que se saldó con la denuncia de uno de ellos -el cuarto en lo que va de transcurrida de temporada veraniega-, así como la confiscación de material.

La petición de mano dura contra estos chiringuitos ilegales era una constante por parte de los empresarios y vecinos de los concejos por donde pasa el río, alegando no solamente el agravio comparativo que supone que esos vendedores no paguen la licencia, sino la mala imagen que ofrece para un destino turístico que aspira a la excelencia en cuanto a calidad.

A principios de temporada, los alcaldes de Cangas de Onís, Ribadesella y Parres anunciaron más coordinación entre las policías locales y la Guardia Civil para actuar contra estos chiringuitos.

Por otro lado, las empresas de turismo activo continúan haciendo su particular agosto, gracias a la gran afluencia de turistas de este año, con cifras que rondan los 5.000 palistas en jornadas puntuales.