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El "desbordado" saneamiento riosellano requiere una actuación ya, reclama la oposición

Los grupos denuncian un déficit "desde hace años" y piden dotar al concejo de servicios que permitan asumir el volumen turístico estival

La playa de Santa Marina, con algunos de los chalés al fondo. E. S. R.

La oposición de Ribadesella reclama actuaciones urgentes en un saneamiento que ve "desbordado" durante el verano. Los problemas son muy diversos: una depuradora en mal estado y una población que se multiplica por cuatro durante los meses de verano; un sistema de abastecimiento de agua que soporta a duras penas la llegada de los turistas y un gran número de casas en la zona de la playa de Santa Marina que, al no estar conectadas al colector principal, realizan sus vertidos en el río San Pedro.

Los problemas que tienen que ver con el saneamiento son nocivos para el medio ambiente y provocan malos olores en la desembocadura de la ría e inconvenientes como el que tuvo lugar entre los días 22 y 24 del pasado mes de agosto. Entonces, el Ayuntamiento de Ribadesella prohibió el baño en la popular playa de Santa Marina debido a un vertido de aguas fecales. Estas procedían, en principio, de la depuradora riosellana que presenta infiltraciones de agua marina.

Paulo García, del Partido Popular riosellano, denunciaba una estampa desagradable. Según el concejal del PP, durante los días que la playa permaneció cerrada, en la ría aparecieron "decenas de peces muertos en la zona de la ría cercana a la depuradora". El saneamiento riosellano, según el PP, está "desbordado durante el verano".

El impacto medioambiental es importante, pero no nuevo. Por lo menos desde el año 2008 se llevan denunciando estas situaciones sin que haya una solución definitiva al saneamiento de la villa. María José Bode, portavoz de Foro en Ribadesella, reconocía ayer que la villa tiene "un déficit de saneamiento desde hace años", un problema común en los concejos turísticos del oriente asturiano y que en el caso de Ribadesella se agrava por ser "final de río", argumenta Bode.

Para el gobierno y su alcalde Ramón Canal (PSOE), el problema está en que las infraestructuras se tienen que mantener con los impuestos de los vecinos y, por tanto, resultan insuficientes durante los meses de verano. Desde la oposición tienen una visión diferente. Cree que debería haber una inversión supramunicipal que ofrezca una infraestructura válida "tanto para la gente que vive aquí como para la que viene". Algo que el Principado hace en el Oriente, pero que pasa de largo sobre la estación depuradora del núcleo urbano riosellano.

Ricardo Cangas, de Pueblu, pone encima de la mesa una pregunta que muchos se han hecho durante este verano: "¿los recursos que tenemos debemos destinarlos a que venga más gente o a atender los que ya vienen?". El concejal continúa preguntándose que "si nos dicen que se corta el agua porque hay demasiada gente, que hay vertidos porque hay demasiada gente, ¿no habrá que dotar al pueblo de servicios para que puedan seguir viniendo?".

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