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La fauna salvaje acabó en 2019 con 490 reses en el espacio protegido

Los alcaldes afirman que hay más manadas de cánidos de las que se reconocen oficialmente y piden atajar el problema

Durante el año 2019 se encontró en el entorno del Parque Nacional de los Picos de Europa un total de 490 animales muertos: 349 a causa del lobo, 89 por acción del zorro, 5 del águila real, otros 5 por la de los buitres y 39 por los daños de otras especies de fauna silvestre. El coste en indemnizaciones fue de 101.153 euros.

Todos estos datos figuran en la memoria que el Patronato del parque nacional de los Picos presentó en el seno del pleno que tuvo lugar el pasado jueves de manera telemática, con representantes de las tres comunidades que aportan terreno al espacio, es decir, Asturias, Cantabria y Castilla y León.

Según las cifras del documento, el número más alto de los expedientes tramitados a lo largo del año pasado, un total de 179, corresponde a los daños del lobo, por los que se pagaron 71.547 euros. Además, los pastizales también se ven afectados por los destrozos de otro tipo de fauna silvestre. La acción del jabalí, por ejemplo,dañó una extensión de 73.466 metros cuadrados. La del venado, una de 18.260 metros. La valoración económica de los daños tuvo un coste de 35.711 euros.

En lo que respecta sólo a la parte asturiana del parque, se tramitaron 90 expedientes por daños del lobo que acabaron con la vida de 138 animales. Se abonó a los pastores afectados 34.972 euros.

Jabalíes

Mientras, el jabalí tuvo incidencia sobre 23.940 metros, que el parque valoró en 66.181 euros.

La memoria añade que durante 2019 se extrajeron del parque nacional diez ejemplares de lobos, un cómputo que incluye a los tres que se hallaron muertos. Esta cifra equivaldría, según el documento, al 18 por ciento de la población del cánido en los Picos de Europa. La presencia de este animal y la amenaza para la ganadería extensiva fueron, una vez más, la causa de conflicto durante el último patronato. Mientras algunos de sus miembros apuntan que existen seis manadas “oficiales” dentro del espacio protegido, algunos alcaldes señalaron que “existe alguna más” y reclamaron de nuevo la necesidad de “detectar” y “potenciar el seguimiento” para evitar aún más daños sobre los rebaños.

Debería hacerse efectivo el plan del lobo “teniendo en cuenta los cupos reales”, sostienen los regidores. El Principado, por su parte, aboga por “facilitar las condiciones para que no haya daños, o haya los menos”. Para los ecologistas el conflicto no debería existir porque “no se trata de controlar la población de lobos, sino los daños” pues, a su juicio, no siempre donde hay más cánidos es donde se dan más daños en la ganadería.

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