Javier Menéndez Busta (Lastres, 1.968) es el nuevo patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Santa María de Sábada, de Colunga, tras su elección como tal el pasado sábado. Empezó a ir a la mar con dieciséis años en una embarcación grande, para luego asociarse con su hermano Jesús, jubilado ya hace unos años. Desde entonces lleva el timón del barco “Nuevo Semana Santa”, y ha ocupado con anterioridad a esta etapa que ahora abre el cargo de vicepresidente de la Cofradía a lo largo de varios mandatos. A partir de ahora le toca comandarla como máximo responsable de la entidad y trabajar para que todos sus miembros tengan “buena proa”, según destaca.

–¿Qué le llevó a tomar la decisión de presentarse en esta ocasión para ser patrón mayor de la Cofradía de Santa María de Sábada?

–Fue casi como un deber, porque, al fin y al cabo, ya estás implicado en la Junta directiva, y alguien tenía que ser. Y como yo ya llevo casi doce años en la directiva y casi todos los miembros fueron pasando por el cargo, pues tarde o temprano tienes que pasar por ello.

–¿Habrá cambios a partir de ahora en la gestión de la Cofradía?

–Mi objetivo es seguir la línea del anterior patrón mayor, porque lógicamente en la directiva seguimos estando los mismos. Al final el patrón mayor es la cara visible y el que firma los papeles, pero las decisiones se toman en consenso entre todos los asociados. Básicamente seguiremos trabajando para que todos tengamos las mismas posibilidades dentro de la rula, sin que haya preferencias según el tipo de barco o las artes que se empleen, sino que tengamos todos los mismos servicios y las mismas oportunidades. En definitiva, velar por unos intereses comunes.

–¿Cuáles son los retos que tendrá que afrontar en esta etapa que se abre?

–Principalmente trataré de sacar adelante proyectos que ya estaban sobre la mesa, como reparar el tejado de la rula o intentar traer una fábrica de hielo, que es muy necesario. También tenemos en el horizonte reparar la Casa del Pescador, que es propiedad de la Cofradía. Pero en general, intentaré ayudar a los pesqueros en todo lo que esté en mi mano, porque además este está siendo un año bastante malo, ya desde la costera de la xarda, que no fue como se esperaba. También habría que hacer algo para que la gente joven se interese por el sector.

–¿Cómo ve el futuro de la pesca de bajura?

–El futuro no es muy halagüeño, cada vez hay menos pesca y falta relevo generacional. Cuando yo empecé de crío éramos todos gente de la mar, de aquí del pueblo, era como seguir una tradición. De mi generación éramos cerca de trescientos y ahora no llegamos a treinta. Cuando yo era pequeño, los de mi generación sabíamos que acabaríamos en la mar, porque era el futuro que teníamos delante. Y se puede vivir de ello, pero la gente joven ahora prefiere dedicarse a otra cosa, sobre todo, a otros empleos que te garanticen un sueldo y un horario fijo.

–Se trata de un sector con condiciones laborales duras...

–Al final, la pesca es un sector que no puede competir con otros precisamente por las condiciones laborales. Y aquí, en Lastres, al margen de la mar y la hostelería, pues lo cierto es que no queda mucho más.