Las playas de Llanes optarán el próximo año a un nuevo distintivo de calidad. Será la certificación Ecoplayas la que intentarán obtener algunos de los arenales del concejo, los que cumplan con los requisitos que exige la marca. La iniciativa la confirmó ayer el concejal de Playas, Juan Carlos Armas, quien desde que asumió la concejalía estudió las posibilidades para obtener una “etiqueta ambiental” para las playas de Llanes, Armas recordó que el concejo cuenta en la actualidad con dos arenales, Toró y Palombina, con la certificación “Q” de Calidad. Estas y otras playas podrían sumar en 2023 la nueva marca por la que se va a apostar en el concejo.

La iniciativa se conoce un día después de saber que la costa de la comarca del Oriente, desde Colunga a Ribadedeva, no cuenta un año más con alguna de las banderas azules concedidas en la región. En el caso de Llanes el Ayuntamiento renunció a solicitarlas en 2018 por discrepancias con ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y Consumidor), el organismo que las otorgaba. Las distinciones de Ecoplayas son concedidas por la organización Ategrús (Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente) que también gestiona el otorgamiento de otros conocidos galardones relacionados con el medio ambiente y la calidad como son las Escobas de plata, oro y platino.

El Sablón, Toró, Barro, Borizu o Palombina lucieron uno o varios años banderas azules. Las discrepancias con la metodología para su concesión determinaron la renuncia del concejo a solicitar este concreto distintivo.

Los datos


  • Certificaciones. Llanes renunció en 2018 a presentar sus arenales a las banderas azules. Solo Palombina y Toró cuentan con la certificación de calidad “Q”. Muchas de los 30 arenales que posee no pueden certificarse al no disponer de servicios o fácil accesibilidad.
  • Ecoplayas. El Ayuntamiento se decanta por optar a esta marca de calidad y presentar en 2023 varias de sus playas a la certificación, que tiene en cuenta la calidad ambiental, la accesibilidad y apuesta por la economía circular.

Según recordó ayer Juan Carlos Armas, que no era por aquel entonces el concejal del ramo, un problema de suelta de vertidos en la depuradora de Llanes fue uno de los motivos que generaron desencuentros con ADEAC. La depuradora está situada bajo el paseo de San Pedro en la Playa de El Sablón y en temporada alta soporta una gran presión por el aumento de población en la zona. “Nos sentimos ninguneados en aquel momento, cuando no teníamos ninguna culpa”, dijo señalando a la competencia del Principado en ese caso.

Esta situación, entre otras, sumada a la concesión de una de las banderas a la Casa del Mar que llevaba varios años cerrada llevaron a Llanes a descartar la opción de las banderas azules.

El concejo cuenta con más de 30 arenales, algunos de ellos prácticamente salvajes, sin accesos rodados y en los que no pueden existir servicios como aseos o socorrismo. Por ello no todas las playas pueden optar a estas certificaciones de calidad, donde sí se tienen en cuenta los servicios de los que dispongan.

“Apuestan por los sistemas de economía circular en las playas, se prima la calidad ambiental de las aguas, de las arenas y la accesibilidad y vamos a presentarnos a ver en cuántas playas podemos tener banderas”, comentó el concejal que acudió el pasado abril al congreso de la marca Ecoplayas en Cataluña para conocer el sistema. Uno de los condicionantes para su concesión, según explicó, es la accesibilidad, por lo que se presentarán playas que sí cumplan con este requisito.

“Tenemos playas con muy difícil acceso, medio salvajes y no pueden tener servicios. Las playas a las que se suelen conceder son urbanas o semiurbanas, las que mejores servicios tienen”, detalló Juan Carlos Armas.