Desde Asiegu, en Cabrales, se contempla una de las panorámicas más espectaculares del picu Urriellu. Pero la localidad ofrece muchas más vistas, algunas de tesoros que se guardan intramuros, como los de la iglesia de San Miguel de Asiegu, que celebra ahora sus cuatrocientos años de historia. Es esta una efeméride que la Asociación Cultural Asiegu XXI, divulgadora y preservadora de la historia, la cultura y las tradiciones de la localidad, no iba a dejar pasar. El templo, bien conservado, posee unas singulares pinturas que conforman el retablo, cubren la bóveda y una pared lateral del presbiterio y que sorprenden por su belleza a todo el que entra por primera vez. “A toda la gente que va a Asiegu le sorprenden las pinturas. Le damos el título de ‘Capilla Sixtina de Cabrales’, porque se lo merece”, comentó el párroco cabraliego desde hace casi 27 años Pedro Fernández, conocido por todos como “don Pedro”. Con motivo de una fecha tan señalada el templo permanece este fin de semana abierto para que todo el que lo desee pueda verlo.

Detalle de la decoración de la bóveda. | R. M. V.

“Desde la Asociación Cultural Asiegu XXI pensamos que era importante poder celebrar un cumpleaños tan significativo. Lo hablamos con don Pedro, el párroco, y le encantó la idea”, comentó Javier Niembro, presidente del colectivo vecinal. El origen de la iglesia está en una capilla del siglo XIV, su ampliación en 1622 origina la fundación la parroquia, en el sentido eclesiástico, de San Miguel de Asiegu. El templo ha sufrido diversas restauraciones a lo largo del tiempo.

Vecinos, en el exterior del templo. | R. M. V.

“Parece ser que la iglesia de Asiegu fue una de las 10 que se cayeron en Asturias como consecuencia de la nevadona de los tres ochos, 1888. Cuando se restaura se saca el cementerio del núcleo rural a donde está ahora”, comentó Javier Niembro. Son pinturas bastantes singulares, se trata de un repertorio iconográfico sobre la Redención y la Pasión de Cristo, aunque se han perdido algunas escenas. “Lo más curioso es que representa un retablo pictórico, lo hicieron bastante bien hecho, al gusto del momento por lo que se puede fechar muy bien. Es un retablo de principios del siglo XVII, con influencias del manierismo”, dijo el restaurador Jesús Puras, artífice de la restauración.

Está hecho con pintura mural a la cal y representa a San Andrés –porque esta era la filial de San Andrés de Carreña–, San Pedro, los Evangelistas y la Santa Cena, que “hubo que recuperar al estar cubierta con cal”.

La restauración se hizo en varias fases entre 1997 y 2007 con aportación parroquial, subvención de la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento. No fueron pintadas por primeros espadas, pero “son de bastante calidad”, comentó Puras. “Está muy bien conservado, se ha hecho una restauración muy acertada, cuenta con una muy buena iluminación. Cuando celebro aquí es como si estuviera celebrando en el cielo”, dijo el sacerdote.

Este viernes se celebró un acto conmemorativo por los cuatrocientos años del templo en el que los vecinos estuvieron acompañados por el cura Pedro Fernández, Jesús Puras, el alcalde de Cabrales, José Sánchez, y la escritora Esther Canteli, que leyó el cuento que creó para Asiegu protagonizado por un niño llamado “Táranu” y una “Xana”. En el acto actuó la soprano mejicana Denise de Ramery. Una espicha y una tarta que representaba el cartel anunciador del evento pusieron el broche de oro a una página más de la historia de Asiegu.