Hablan algunos de los afectados por el presunto estafador de Cangas de Onís: "Era una especie de Robin Hood"

"Me ayudó a salir del pozo en el que estaba metido, me dijo que el dinero era suyo y lo creí", asegura uno de los llamados al juicio, que comienza este lunes

Manuel Mori en agosto de 2012.

Manuel Mori en agosto de 2012. / Ramón Díaz

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El juicio contra el exdirector del Banco Pastor de Cangas de Onís Manuel Mori por presunta apropiación indebida de 5 millones de euros deparará sorpresas. Eso se desprende de las manifestaciones de varios de los afectados, que sostienen –y así lo manifestarán en el tribunal– que el acusado aseguró que les dejaba dinero "de su propio bolsillo" después de que el banco les denegara los préstamos que habían solicitado. Era, según alguno de ellos, "una especie de ‘Robin Hood’".

Estas manifestaciones coinciden con las que realizó Manuel Mori a LA NUEVA ESPAÑA cuando se destapó el escándalo: cogía dinero de algunos de sus clientes, o incluso el suyo propio, y se lo "prestaba" a otros que estaban "en apuros", pero no se llevó "ni un euro".

El juicio del "caso Pastor", que comenzará este lunes, se prolongará hasta el día 27 de este mes. Participarán, además del acusado y la Fiscalía, 44 afectados y el Banco de Santander (absorbió al Banco Popular, que a su vez había absorbido al Pastor), que reclama dinero a varios de los antiguos clientes de Manuel Mori. El Popular sí depositó en su día el dinero que algunos de los afectados pudieron demostrar que les faltaba.

La vista llega 13 años después de que se destapara el desfalco y 12 años después de la apertura de las diligencias. Esta circunstancia podría suponer una rebaja de un grado en la hipotética condena a Manuel Mori, al haber pasado más de 7 años desde las primeras actuaciones judiciales.

La Fiscalía sostiene que Manuel Mori creó una "banca paralela", en la que "movía" dinero de algunos clientes. El que fuera director de la oficina canguesa del Banco Pastor admitió en agosto de 2012 en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA y en el Juzgado de Cangas de Onís que actuó solo, que realizó operaciones fraudulentas durante unos diez años, y negó haber invertido en operaciones inmobiliarias o en bolsa, al contrario de lo que sospecharon en un primer momento los investigadores del Banco Popular.

¿Cómo operaba Manuel Mori? Según varios afectados, les prestó dinero "de su bolsillo", o al menos así se lo aseguró el entonces director de la sucursal canguesa del Banco Pastor, cuando la entidad les denegó créditos. Lo hizo en algún caso entregando "sobres con el dinero dentro y sin pedir firma alguna, sin ningún papel". Si alguien le preguntaba si no tenía que firmar algo, él decía: "No te preocupes, ya lo arreglaremos". Eran vecinos, y en la mayor parte de los casos amigos, así que "había confianza y siempre pensé que era dinero suyo, porque así me lo dijo y lo creí. A mí me ayudó a salir del pozo en el que estaba metido", explicó un afectado.

Todas las personas consultadas ayer aseguraron que fueron devolviendo el dinero, hasta saldar la deuda. Y que solo poco antes de que se destapara el presunto desfalco Manuel Mori les pidió que firmaran un papel reconociendo los préstamos. Algunos firmaron y otros no. El Santander reclama ahora a quienes estamparon su rúbrica, pero no existe ningún documento en el que un fedatario público avale la entrega del dinero, aunque tampoco constancia de las devoluciones. Todos los consultados afirman que saldaron la deuda contraída con Mori.

¿Dónde están los 5 millones que, según las cuentas de los inspectores del Banco Popular, desaparecieron? Manuel Mori aseguró a este diario tras destaparse el caso que están en manos de antiguos clientes, pero alegó que no conseguía recordar a todos los que prestó dinero, porque no tomaba apuntes.

Explicó que había vecinos suyos, amigos, que iban a entrar en morosidad "o lo mismo que les iban a quitar la casa por mil euros". Así que decidió ayudarlos: "Lo mismo hasta la primera vez los euros eran míos. Empiezas así y te vas metiendo en una espiral, en una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande y te acaba arrastrando", reconoció hace 12 años.

El banco, por su lado, sospecha que los manejos de Mori funcionaron bien unos años, hasta que estalló la crisis económica de 2008 y empezó a registrar pérdidas. El caso estalló, según algunas fuentes, durante unas vacaciones de Manuel Mori, cuando una persona que lo sustituyó al frente de la oficina de Cangas observó irregularidades y dio cuenta al banco. El acusado supo también entonces que el Pastor sería absorbido por el Popular, y que dejaría de ser director, por lo que intentó cuadrar las cuentas y eliminar el rastro de sus operaciones irregulares.

Diez meses después, una clienta del Pastor presentaba una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Cangas de Onís, tras comprobar que habían desaparecido de su cuenta 9.000 euros y que se habían realizado, sin su consentimiento, operaciones fraudulentas. Después, denunciaron también el banco y otros clientes.

Manuel Mori declaró ante el juez el 8 de abril de 2014. Insistió en que no se lucró, en que actuó solo y en que su única intención fue ayudar a vecinos en apuros. Señaló al Banco Pastor como corresponsable de las operaciones supuestamente fraudulentas, ya que, a su juicio, la entidad debería haber controlado aquellos movimientos, pues tenía capacidad para ello. Y finalizó con una enigmática frase: "Si no lo hizo, por algo sería".