La sonada estafa millonaria de Cangas de Onís que llega a juicio... ¡trece años después!

La vista contra un exdirector de banco acusado de montar una "banca paralela" en la que "movía" dinero de sus clientes, comienza el lunes, en la Audiencia Provincial de Oviedo

Manuel Mori.

Manuel Mori. / Ramón Díaz

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El "caso Pastor" llega 13 años después a los tribunales de justicia. El desfalco presuntamente cometido por el exdirector de la sucursal del Banco Pastor en Cangas de Onís Manuel Mori, descubierto en 2011, será enjuiciado la semana que viene en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo. La Fiscalía solicita 8 años de prisión para el empleado de la entidad bancaria, acusado de un presunto delito de apropiación indebida continuada, por estafar 5 millones a 45 clientes.

Aunque el caso salió a la luz en octubre de 2011 y las diligencias se abrieron en 2012, Manuel Mori, no fue detenido hasta el 21 de mayo de 2013 y puesto en libertad con cargos posteriormente. Según él mismo reconoció, creó una "banca paralela", en la que "movía" dinero de algunos de sus clientes.

El que fuera director de la oficina canguesa del Pastor admitió en 2012 en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA y ante el juez que actuó solo y que realizó operaciones fraudulentas durante diez últimos años. No obstante, subrayó que no se llevó "ni un euro". Manuel Mori explicó que cogía dinero de algunos de sus clientes para prestárselo a otros que lo necesitaban puntualmente. Negó haber invertido en operaciones inmobiliarias o en bolsa, al contrario de lo que sospechan los investigadores del Banco Popular.

Mori, que en una entrevista concedida a este periódico en agosto de 2012 aseguró arrepentirse por "haber desarmado la vida de mucha gente", confirmó que tomaba y prestaba dinero entre cuentas de sus clientes sin dejar registro en la contabilidad oficial "para ayudar a personas en apuros". El exdirector del Banco Pastor, una entidad en la que empezó a trabajar en 1998, aseguró que actuaba en solitario y que en ningún caso formaba parte de una trama ni salió beneficiado con las operaciones.

Según la versión que expuso el bancario en aquel momento, empezó a prestar dinero a conocidos a los que el banco denegaba créditos, que iban a entrar en morosidad "o lo mismo que les iban a quitar la casa por mil euros", señaló. "Lo mismo hasta la primera vez los euros eran míos. Empiezas así y te vas metiendo en una espiral, en una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande y que te acaba arrastrando. Yo no sabía ni qué eran tres millones de euros" (en aquel momento se hablaba de esa cantidad, que posteriores indagaciones y denuncias elevaron a 5 millones), manifestó el acusado.

El caso es que del paradero del dinero nunca más se supo, aunque el banco depositó las cantidades que los clientes pudieron demostrar que les faltan. Los responsables del banco sospechan que los manejos de Mori funcionaron bien durante unos años, hasta que estalló la crisis económica de 2008 y empezó a registrar pérdidas. Mori lo niega y dice que todo el dinero desaparecido está en realidad en manos de otros clientes.

El problema, según señaló en su momento, es que no consigue recordar a todos los que prestó dinero. Mori colaboró durante unas semanas con los inspectores del Banco Popular que analizaron las cuentas del Pastor tras la absorción. Después fue despedido.

La actuación policial tuvo su origen en la denuncia de una de las afectadas por la supuesta estafa, que presentó una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Cangas de Onís. Esta mujer, que cifraba el dinero que había desaparecido de su cuenta en 9.000 euros, aseguró en su denuncia que Manuel Mori realizó sin su consentimiento operaciones bancarias fraudulentas en su cuenta del Pastor.

El exdirector del Banco Pastor en Cangas de Onís, según fuentes de la investigación bancaria, intentó cuadrar las cuentas para eliminar el rastro de sus operaciones irregulares. Según estas averiguaciones, diez meses antes de que estallara el escándalo Manuel Mori intensificó la frecuencia con que tomaba dinero y lo prestaba sin realizar apuntes. Ese incremento de los manejos a través de la "banca privada" que había creado coincide con la absorción del Pastor por el Banco Popular y, por extensión, con el momento en que Mori supo que, tras fusionarse las sucursales canguesas de las dos entidades, dejaría de ser director.

Tanto la forma de operar como las alabanzas que le dedican algunos de sus clientes –incluso en algún caso personas afectadas por la presunta estafa– tienen gran similitud con las de José Pérez Díaz, "Pepe el del Popular", asturiano de Allande que, en 1991, desapareció sin dejar rastro de la oficina del Banco Popular de Santander de la que era director, dejando tras de sí un agujero de 6.000 millones de pesetas (más de 36 millones de euros). "Pepe el del Popular", que siempre defendió su inocencia, regresó a España hace cinco años, tras residir en México con otra identidad.

El "caso Pastor" no es el único escándalo inmobiliario que salpicó Cangas de Onís en aquellos años. En enero de 2013 se conocían los manejos de Jesús Lobato, agente inmobiliario de Bankinter, cuyos manejos fraudulentos –en este caso reconocidos en sus declaraciones ante el juez y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Llanes– provocaron un "agujero" de 1,98 millones y casi 60 afectados. Lobato falleció en prisión en enero de 2014. En aquel caso varias fuentes señalaron la posibilidad de que el agente inmobiliario sufriera ludopatía y que utilizara el dinero de sus clientes durante varios años para jugar.