Los nuevos hallazgos sobre las pinturas y grabados neolíticos de Peña Tú: el retrato del primer líder

Un escaneado digital pionero del yacimiento llanisco desvela nuevos datos de un panel que refleja el inicio de la desigualdad social en el Neolítico

Los nuevos hallazgos sobre las pinturas y grabados neolíticos de Peña Tú: el retrato del primer líder

Los nuevos hallazgos sobre las pinturas y grabados neolíticos de Peña Tú: el retrato del primer líder / LNE

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Más que un ídolo, lo que vemos en el conjunto de pinturas y grabados neolíticos de Peña Tú, en Llanes, no tendría connotaciones religiosas: sería un primer indicio de la desigualdad en la sociedad, el retrato primigenio de un líder, de un personaje relevante del grupo humano que poblaba el oriente de lo que hoy es Asturias unos 2.000 años antes de nuestra era. Estaríamos ante los "balbuceos del retrato social".

Así lo explica el arqueólogo Luis Teira, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, que firma con Vicente Bayarri, Roberto Ontañón, Elena Castillo y Pablo Arias un novedoso estudio donde dan cuenta de los resultados de los trabajos que hicieron en 2017, cuando por primera vez se utilizaron las nuevas tecnologías para documentar, analizar en profundidad y reproducir tanto los grabados como las pinturas de Peña Tú.

Esta tarde, a las 19.00 horas, en el Museo Arqueológico de Asturias, Teira detallará los resultados de este primer escrutinio digital de Peña Tú en una jornada organizada por la Asociación de Profesionales Independientes de la Arqueología de Asturias (APIA) con motivo del centenario de la declaración del yacimiento neolítico como Monumento Histórico Artístico. Previamente, a las 18.15 horas, Miguel Polledo, guarda-guía de Peña Tú, impartirá la conferencia "Apuntes historiográficos sobre un monumento singular (1913-1926)".

El estudio de Luis Teira y su equipo ofrece una nueva documentación de Peña Tú que mejora muy notablemente los calcos "analógicos" disponibles hasta la fecha, algunos hechos "a mano alzada". Para hacer un mapa fiel de los grabados y los volúmenes de la roca hicieron un escaneado láser y usaron precisas técnicas de fotogrametría. Para reproducir y analizar la pintura usaron un sensor hiperespectral que incluye desde el rango visual hasta el cercano al infrarrojo.

La nueva tecnología les ha permitido, por una parte, "obtener una descripción más completa y más rica de alguno de los motivos pintados que siempre han estado en discusión a lo largo de toda la historia de su investigación, durante el siglo XX", explica Teira. Por otra parte, descubrieron nuevas zonas pintadas "que estaban muy perdidas pero que no se habían tenido en cuenta hasta ahora. Por ejemplo, solamente a principios de siglo se insinuó que podía haber más pintura en la bancada inferior y nosotros hemos conseguido ver que efectivamente sí hay más pintura".

Han visto también que lo que se identifica con el "rostro" del antropomorfo de mayor tamaño no es como lo habíamos apreciado hasta ahora, básicamente con dos círculos para los ojos (pintados y grabados) y con un único trazo vertical que identificamos con la nariz. También se pintaron dos franjas verticales más, paralelas a la "nariz" y que discurren por encima y por debajo de los ojos.

Las nuevas tecnologías revelan que el «rostro» difería de lo que vemos

Además de constatar que parte de los dibujos fueron repintados en época prehistórica, la tecnología les ha permitido esclarecer algunos detalles relativos al arma que acompaña a ese personaje, caracterizarla mejor y facilitar así su datación. En un extremo del arma, donde el mango se une con la hoja, aparecen una serie de puntos cuyo significado estaba en discusión: unos expertos sostenían que se trataba de relictos de una extensión de pintura mucho mayor y otros consideraban que, en realidad, era el dibujo de remaches para sujetar la hoja de metal al mango, lo que representaría un arma –una espada corta– de los inicios de la Edad del Bronce, 2.000 años antes de nuestra era. "Nosotros hemos conseguido comprobar efectivamente que hay tres puntos que sí podemos interpretar que han querido expresar esa técnica de fijar el mango con remaches a la hoja".

Las nuevas tecnologías de visión y escaneado también han permitido definir el estado de conservación del monumento y constatar la amplitud de la agresión involuntaria que, en los años 80 del pasado siglo, causó un profesor de la zona, que para ilustrar mejor a sus alumnos sobre lo que allí había no se le ocurrió más que pintar encima con tizas de colores. "Es más extensa de lo que se pensaba", explica Teira.

Este primer estudio se centra más en el proceso de documentación y en el uso de las nuevas tecnologías para lograr una imagen más fiel de lo que realmente hay en Peña Tú. El equipo de Teira prepara un nuevo estudio "más arqueológico, sobre las implicaciones que tiene desde el punto de vista prehistórico". "Lo que queremos es, sobre todo, acentuar la idea de que no es demasiado acertado hablar de ‘ídolo’ de Peña Tú. Es decir, no estamos ante una figura que tiene un trasfondo religioso, sino que más bien parece que estamos ante los balbuceos del retrato social", apunta este arqueólogo. "Es decir, de las personas relevantes dentro del grupo humano que son así fijadas en rocas destacadas en ese momento en el norte de España y con muy pocos atributos, que suelen ser armas". Serían "grandes hombres" que "controlan y distribuyen" determinados recursos entre su grupo humano. Es un testimonio de las primeras desigualdades sociales.

Sobre los grupos antropomorfos y de cúmulos de puntos que aparecen a la izquierda de la figura de más tamaño, y que se había dibujado antes que esta, Teira los relaciona con la necrópolis tumular que se extiende por las sierras planas de Llanes, " donde está la concentración más numerosa de estructuras megalíticas de los valles centrales del Cantábrico", una cincuentena de ellas que fueron construidas entre 4.000 y 3.500 años antes de nuestra era.

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