El Oriente a la carrera: Antonio Trevín participó ayer como copiloto en el Eco Rallye de Llanes

La competición deportiva sobre ruedas y promoción turística al volante

Trevín y Luis Arenas, delante, a derecha e izquierda, junto a Juan Echanove y su copiloto, Javier Valenzuela.

Trevín y Luis Arenas, delante, a derecha e izquierda, junto a Juan Echanove y su copiloto, Javier Valenzuela. / Antonio Trevín

Antonio Trevín

Antonio Trevín

El expresidente del Principado y líder de los socialistas llaniscos participó ayer como copiloto en el Eco Rallye de Llanes. En las siguientes líneas, Trevín relata una experiencia que alternó entre la competición deportiva y la contemplación de un paisaje espectacular, a caballo entre las sierras del Sueve y el Cuera.

Culminó el séptimo Eco Rallye "Villa de Llanes", un éxito de organización deportiva además de una inteligente promoción turística. Otra demostración del buen hacer de la dinámica y joven escudería Villa de Llanes, a pesar de la veteranía que acumula a sus espaldas.

Enmarcados en el campeonato nacional de la Real Federación Española de Automovilismo, los eco rallies aúnan movilidad sostenible, regularidad en la conducción y turismo de calidad. Nada mejor que el paisaje astur-oriental para la promoción turística de la comarca. Y de él los participantes tuvimos el más amplio muestrario.

Participé en el rallye como copiloto de Luis Arenas, piloto tan audaz como experimentado y profesional, en un Ford Kuga FHEV, híbrido no enchufable. Corrimos con el equipo Grupo Blendio, concursando con la escudería Villa de Llanes. En la etapa matutina del sábado nos acompañó un sol radiante, animado por constante nordeste. Entramos en el Cuera por su cara norte, recorrimos buena parte de la sur y volvimos al punto de partida. La elección del recorrido fue sobresaliente: Cardoso-La Rebollada; Gamoneo-Benia; Arangas-Siejo y Seijo-Puertas de Vidiago. Para la vespertina nos tenían preparado otro a su altura: Nueva-Labra; Arriondas-Caravia; Piñeres-Porrua y Eria de Pancar-La Huera de Meré, por la Tornería. El gran descubrimiento para muchos de los pilotos y copilotos fue encarar por el sur al Sueve y salir por su cara norte "cayendo" al mar. No hay mejor forma de conocer el Oriente asturiano: Cuera y Sueve. Cara norte y cara sur. Naturaleza sin domar y geografía humana. Montaña norteña y costa cantábrica.

Todos los participantes en el rallye, ayer, tras la entrega de premios.

Todos los participantes en el rallye, ayer, tras la entrega de premios. / Antonio Trevín

Participaron 23 coches enclavados en tres categorías: eléctricos puros, híbridos enchufables y híbridos no enchufables. Crece el interés y la afición por participar, a pesar de que no hay profesionales que vivan de estos rallyes. Si están en ellos aficionados muy experimentados y profesionales. Traen en sus vehículos herramientas digitales que son claves en la mayoría de los tramos. Algunos salpicaderos se asemejan a la oficina informática de una empresa del sector tecnológico. Luis y yo no llevábamos ninguna, tuvimos que pedir prestado un bolígrafo y nos falló el reloj del móvil en una de las pruebas cronometradas. Para buscarnos con rapidez en la clasificación general les aconsejo empezar por el final. En eficiencia de híbridos no enchufables, sin embargo, búsquennos los primeros.

La principal enseñanza que extrajimos es que en estas pruebas deportivas o compites o disfrutas del paisaje. Ambos nos inclinamos por disfrutarlo. Otros rivales tuvieron que afrontar también vicisitudes varias. El copiloto canario del coche número 11, un Dacia Spring, acabó completamente mareado al finalizar el tramo Arangas-Seijo, lo que forzó el abandono de su equipo. Y Juan Echanove, actor de numerosas películas y series y Medalla de Oro de las Bellas Artes, al volante de un Toyota Yaris GR Sport 130 h, híbrido no enchufable, completó un rallye muy aseado, con Javier Valenzuela como copiloto. Compartimos la misma categoría y en siete de las pruebas nos superaron. En la octava, sin tecnología posible para nadie, no pudieron con nosotros: Se siente, Echanove, no se puede ganar siempre.

La victoria en la general combinada de vehículos eléctricos fue para el piloto J.M. Pérez y su copiloto J. Herrera con un Hyunday Kona EV. En híbridos enchufables vencieron Daniel Valdivieso y Carlos Valls. Y en híbridos no enchufables J.M. Pizarro y Daniel Pizarro.

Luis Arenas y Trevín, en el coche en el que compitieron.

Luis Arenas y Trevín, en el coche en el que compitieron. / Antonio Trevín

Vencedores y participantes en este eco rallye llanisco estamos en deuda con quienes hacen posible esta prueba: la Real Federación Española y su correspondiente en Asturias, la escudería Villa de Llanes y todos sus componentes, empezando por Teresa Sobrino, su presidenta; continuando con los voluntarios que hacen posible, de manera altruista, campeonatos nacionales en un municipio de 14.000 habitantes. A veces volcándose toda la familia, como es el caso de Elena Álvarez, los buenos días sonrientes de cada mañana; o Mariano Redondo, su marido y su hija Cristina. Héctor Arenas, madrugador. Luis y Pablo Vega, conductor y copiloto del "coche de apertura". José F, Covielles, "el diablu", manteniendo el "parque cerrado" en perfecto estado de revista. Armando Amieva, rodando por las carreteras más insólitas. Antonio Galán, controlando todo. Helena García, secretaria de la Federación, dejándonos su bolígrafo. Y a tantos y tantas que hicieron posible el séptimo eco rallye Villa de Llanes. Jesús Peña Ibañez, el presidente fundador de la llanisca escudería, allí donde esté, además de orgulloso, os estará profundamente agradecido.

A él, que fue el iniciador de la movida llanisca del motor, le es aplicable la declaración de la tenista Billie Jean King: "Os diré la primera ley del reconocimiento: nunca lo obtienes cuando lo quieres, y luego, cuando llega, es demasiado tarde".