«Elijo una carrera concienzuda y segura, no mediática; yo decido cuándo parar»

Diana DÍAZ

La soprano granadina Mariola Cantarero catapultó su voz desde los teatros italianos hace ocho años. Es una promesa cumplida de la lírica española, que va escalando en el circuito internacional. Las principales plazas del país conocen sus atractivos vocales y escénicos, que acompaña de una simpatía y naturalidad que Cantarero lleva al escenario, como en su papel de duquesa en «Luisa Fernanda», que encarnará hoy en el teatro Campoamor. La última función de la zarzuela será mañana, con el segundo reparto.

-Se lanzó, con poco más de veinte años, con una Adèle, de «Le Comte Ory», en Génova.

-Fue gracias a un concurso en el que seleccionaron a los cantantes. No fue la osadía de la juventud. Mirando atrás, creo que fue un paso bien dado.

-¿Cómo ha enfocado su carrera desde entonces?

-Hay dos maneras de enfocar el canto. Mediática y rápida, o lenta y concienzuda. Prefiero el segundo camino, que es el más seguro. Lo más importante es trabajar y elegir muy bien el repertorio, para que la voz mantenga su salud y poder seguir evolucionando. Es decir, yo quiero ser la que decida cuándo parar, no mi físico.

-Será difícil ese equilibrio, cuando las agendas funcionan cada vez más a largo plazo.

-Procuro estudiar intensamente, para dar la talla, los papeles que se adaptan a mi voz lírico-ligera. Con la parte central de mi tesitura hay veces que puedo «engañar» como soprano lírica, pero debo mantener mi registro. Soy muy escrupulosa. Quizás en un futuro afronte papeles como lírica, pero ahora me centro en el repertorio italiano romántico de Bellini, Donizetti, Rossini y algo de Verdi.

-¿Cómo se incluye la zarzuela entre su repertorio?

-La zarzuela no debe envidiar a ninguna ópera. Además, la siento como mi música. Cada vez que canto en el extranjero introduzco algún número de zarzuela. Creo que en España ha evolucionado mucho, con figuras como Plácido Domingo y directores como Emilio Sagi. Producciones cuidadas como esta «Luisa Fernanda» ayudan a que la lírica española viaje por el mundo.

-¿Y qué hay de su papel?

-La duquesa requiere ironía y pasotismo. Consigue lo que quiere y lo abandona cuando le place. Es el antagónico de Luisa Fernanda. La chispa del personaje es lo principal, con una partitura que no es demasiado compleja. No puedo disfrutar más sobre el escenario, ¡hago de aristócrata granadina!