Chus NEIRA

-¿No te tocó tortilla?

-No, empanada.

Del lado de allá, en Las Campas, los vecinos bromean con la «no inauguración» del vial entre su barrio y La Florida. Algunos no dan crédito, y en los cinco minutos que han tardado en levantar las vallas y que un coche de la Municipal pasara a recorrer el nuevo tramo ya se ha corrido el rumor de que el alcalde ha cortado la cinta abajo, en La Florida, y que no subirá a Las Campas.

«No, no vino», aclaran. Y luego, Pedro Menéndez, Valentina Alfayate e Isidoro Fernández, vecinos de Las Campas y La Florida, vuelven a dirigir la vista a la gran avenida, kilómetro y medio de punta a punta desde el paseo de Las Campas hasta la plaza Díaz Merchán, y se maravillan.

-Es la mejor avenida que hay en Oviedo.

-A poco cogió valor esto.

-Pues era sitio bueno para una exhibición de Fernando Alonso.

Claro que para que un fórmula 1 se pasee por el doble carril hará falta que anulen los radares que jalonan el recorrido y que ayer estaban empezando a instalarse en el tramo más elevado del lado de La Florida. En el segmento nuevo de carretera la puesta en servicio se realizó, al menos, con los indicadores luminosos de velocidad en marcha, esos que te avisan si te pasas de los kilómetros por hora permitidos.

La puesta en funcionamiento de la calle más larga de Oviedo, reclamación histórica de los vecinos de Las Campas que llevan años demandando la conexión a través del ámbito urbanizable de San Lázaro de Paniceres y que han padecido un sinfín de retrasos e inconvenientes en la construcción de los viales, se realizó, efectivamente, «en ausencia de toda autoridad», como un vecino de la zona, uno de los que sufrieron «expropiaciones forzosas e impagadas», retaba a que el periodista publicara al día siguiente. El vecino, que prefirió permanecer en el anonimato, aclaró, eso sí, que al final había cobrado la expropiación, pero que «a base de juicios». Hombre observador, también denunciaba entre otros curiosos apelotonados en torno al levantamiento de las vallas, que el firme del nuevo trazado estaba en perfectas condiciones, mientras que el viejo asfalto de La Florida seguía machacado y con baches. «De los aros olímpicos para allá, es como si fuera Galicia».