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Contaminación elevada, bebés menudos

Una tesis doctoral demuestra que la excesiva exposición al benceno de las embarazadas asturianas afecta negativamente a sus hijos

Ana Fernández Somoano, en su despacho de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. MIKI LÓPEZ

Bebés que nacen con casi un centímetro menos de talla y 22 gramos menos de peso; con un menor desarrollo neurológico que puede ser constatado a partir de los 18 meses de vida; y que en los primeros años sufren un cinco por ciento más de infecciones respiratorias. Estos tres parámetros resumen las repercusiones de la contaminación atmosférica sobre las mujeres embarazadas, a partir de una tesis doctoral que ha demostrado que en Avilés las cifras son equiparables a las del conjunto de España y extrapolables a cualquier otra zona de Asturias de características atmosféricas homogéneas.

Los citados números son la consecuencia de exponerse a unos niveles de polución que rebasen en aproximadamente un 20 por ciento los umbrales máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El desarrollo de la capacidad mental se mide con la ayuda de tests aplicables desde edades muy tempranas.

La bioestadística Ana Fernández Somoano (Oviedo, 1979) acaba de obtener el premio extraordinario de doctorado de la Universidad de Oviedo -en el área de Ciencias de la Salud- con una exhaustiva y pionera investigación sobre 485 mujeres del área sanitaria de Avilés. Un trabajo en el que también han intervenido las pediatras del Hospital San Agustín Isolina Riaño y Cristina Rodríguez Dehli. "Este estudio va a permitirnos estudiar los efectos de la contaminación en el desarrollo infantil hasta la adolescencia", destaca Fernández Somoano, cuya indagación proseguirá en los próximos años.

La investigación, dirigida por la profesora Adonina Tardón, se ha centrado en la exposición a dos contaminantes: dióxido de nitrógeno (NO2) y benceno. El primero está asociado al tráfico de vehículos; el segundo, a la actividad industrial, a los automóviles y a otras causas. La elección de Avilés y su entorno obedece a que es "una de las zonas que presentan sectores industriales con gran relevancia en cuanto a contaminación ambiental". En este contexto cobran un particular protagonismo las industrias del aluminio y el acero, el vidrio, la industria química y el transporte terrestre por carretera.

Según la investigación de Ana Fernández, los niveles de NO2 observados en Asturias "son algo más bajos que los obtenidos en otras regiones de España", de modo que "ninguna embarazada ha superado el valor límite anual recomendado por la OMS en las guías de calidad del aire".

Por el contrario, el máximo anual fijado para el benceno "ha sido sobrepasado por varias de las mujeres incluidas en el estudio". Los niveles "han resultado superiores" a los registrados en otros tres colectivos integrados en el denominado "proyecto INMA", de ámbito nacional. "Las concentraciones de benceno que respiran son muy elevadas por vivir en una zona industrial", advierte la autora del trabajo.

La tesis doctoral fue realizada entre 2009 y 2013 y se ha basado en el seguimiento de mujeres que estuvieron embarazadas entre 2004 y 2008. El objetivo primordial consistía en buscar las relaciones entre la exposición a contaminación atmosférica en la etapa prenatal y el nivel socioeconómico. La conclusión es que "la educación y la clase social a nivel individual no están asociadas con la contaminación atmosférica", sino que la exposición a agentes ambientales nocivos "está determinada por el tipo de zona residencial".

El conocimiento de estos datos, subraya Ana Fernández Somoano, debería incidir en las políticas de prevención en salud pública. "Las administraciones deben vigilar el medio ambiente de las zonas residenciales, independientemente de su nivel socioeconómico". Como medida concreta, "deben aumentarse las distancias de la vivienda a fuentes contaminantes para evitar daños en la salud de la población".

En lo que podría ser un diagnóstico fundamentado de la situación de Asturias desde el punto de vista medioambiental, la matemática ovetense -experta en bioestadística- señala que "es regular y debería mejorarse". Y concreta: "Las distancias entre las viviendas y los focos de contaminación, como carreteras y fábricas, no son las deseables, particularmente en Avilés".

Proveniente del ámbito de las matemáticas y la estadística, Ana Fernández Somoano es investigadora contratada del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), en convenio con la Facultad de Medicina de Oviedo.

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