Intento de atraco en la calle Uría en víspera de Reyes. Un hombre de 67 años oculto tras una gorra y una bufanda entró hoy sobre las diez y cuarto de la mañana en una oficina de Bankia situada en el número seis de la calle Uría, junto a la plaza de la Escandalera, en pleno eje comercial de la ciudad.

El atracador entró tapado con una bufanda y una gorra y mostró a los empleados de la sucursal un papel en el que les decía que le diesen el dinero. Le advirtieron que la caja fuerte tardaba media hora en abrir y el dijo que esperaba "pero no hagan nada raro que tengo una bomba y me importa poco volar el edificio"

El atracador, visiblemente nervioso, exhibió un supuesto detonador y amenazó a los empleados con activar una bomba. "No pienso volver a la cárcel y para los cinco meses que me quedan de vida me tira del pijo llevármelo todo por delante", aseguró a los trabajadores de la oficina bancaria.

A esas horas no había ningún cliente en el banco, los empleados activaron la alarma y al poco aparecieron dos policías de paisano que tiraron al suelo al atracador, que los había confundido con clientes. En ese momento el hombre empezó a gritar, "no tengo nada, no tengo nada" y sin oponer resistencia fue detenido y trasladado a dependencias policiales.

El último intento de atraco en Oviedo tuvo lugar en San Claudio el pasado 19 de diciembre cuando un hombre de unos 30 años --delgado y con una altura aproximada de 1,80 metros-- intentó atracar una oficina del Banco Sabadell. El presunto autor huyó a pie del lugar de los hechos sin haberse llevado ni un solo euro de la entidad. Ninguno de los dos empleados que se encontraban en ese momento en el interior del banco resultó herido.