Dirk Glaeser es un banquero alemán reconvertido en experto en turismo. Nacido en Frankfurt, lleva 20 años trabajando para la Organización Mundial de Turismo en Madrid. Actualmente dirige el programa de desarrollo sostenible del organismo vinculado a la ONU. Ayer fue uno de los encargados de moderar las mesas redondas del Congreso Mundial de Destinos Turísticos Inteligentes que hoy termina en el Hotel de la Reconquista con un millar de asistentes.
- ¿Qué fin persigue el congreso?
-La OMT opta por este modelo de intercambio de conocimiento. La velocidad de transformación del turismo es tal que si escribes un libro cuando llegas a la última página ya te quedas desfasado. Es importante el conocimiento de experiencias enriquecedoras sobre las vanguardias del sector.
- ¿Por qué estas citas se hacen en España?
-Hay varios actores comprometidos con esto. La sede la OMT está en Madrid y el gobierno de España está comprometido con la gestión de un turismo inteligente desde hace muchos años.
- Defina destino inteligente.
-Es un destino que precisa que haya una forma de gobernanza orientada a la accesibilidad, la sostenibilidad y la participación ciudadana continua. Además, debe existir un compromiso continuo de gestionarse a través de la tecnología y la innovación.
- ¿Hacia dónde debe caminar el turismo?
-Sin duda, hacia la sostenibilidad. Va transformarse cada día más en un sistema desvinculado del uso de los recursos. Para eso es muy importante tener el máximo de información, para convertir el turismo en una herramienta de buena convivencia con los nativos de los destinos.
- ¿Cómo se logra la sostenibilidad?
-En el futuro cercano vamos a hablar de una manera distinta de la participación de los vecinos de los destinos turísticos. Lo último es que constantemente preguntamos a dónde quieres llegar y qué forma de desarrollo quieres tú, activando a las personas que viven en los destinos.
- ¿Está preparada Asturias en este momento para afrontar dicha transición?
-Es una excepción mundial. Tiene todos los ingredientes para ser un destino inteligente: un paisaje envidiable, un montón de recursos y un pueblo orgulloso de lo que es. Eso favorece la implicación de la ciudadanía en la transformación hacia ese modelo de sostenibilidad. Es una región que destaca por su compromiso con la transformación en un destino más sostenible, atractivo y con un potencial en su paisaje, que atrae mucha gente.
- ¿Cuáles son los últimos avances del turismo?
-Hemos aprendido mucho de los flujos de visitantes. Más allá de cifras, controlamos de dónde vienen, qué desean, cuáles son sus rutas, sus comportamientos. Es especialmente relevante para al final gestionar la situación tanto para los que vienen como para la población local.
- ¿Hay que poner límites al turismo ante el temor a una masificación?
-No se deben poner limitaciones. Antes de la revolución neolítica, el ser humano se movía por todo el planeta. Después empezó a marcar su territorio y defenderlo. Ahora mismo tenemos algo similar a la época anterior al neolítico. El intercambio de ideas y la búsqueda de nuevas experiencias está transformando el turismo. La gente ya no trabaja para ganar dinero, sino para tener nuevas experiencias y reflexionar sobre otras culturas. Eso es turismo.
- Pero los recursos son limitados.
-Lo importante es desvincular el turismo del uso de recursos. Hacerlo sostenible. Para ello hay que generar debate y concienciar sobre la necesidad de un turismo inteligente. Hay que aprender a gestionar. Optar por un sistema que no es una economía lineal, sino circular. Los recursos deben de transformarse en materia que se pueda reutilizar y no tirar. Esto se debe extrapolar a otros campos de la sociedad.
- ¿Conocía el Principado?
-Hice un viaje privado el año pasado por el norte de España. Es un tipo de viaje muy tradicional de turismo interior. Me gustó y me seguirá gustando en futuros viajes. En mi visita encontré todo lo que me imaginaba. Mucho verde, mucha montaña, mucha tradición y diversificación.
- ¿Requiere mucha inversión el turismo inteligente?
-Depende mucho del contexto. Siempre hace falta la gestión. Por eso he insistido en la medición. Hacer una inversión porque si no, no tiene sentido. Tiene que coincidir con las políticas.
