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Un ovetense tras los pasos de los Nobel

Emilio Martínez Pañeda, formado en Asturias y que ha llegado a la cima de la excelencia en Cambrigde, lamenta que sea tan difícil hacer ciencia en España

El investigador ovetense Emilio Martínez Pañeda, en una fotografía reciente en Cambridge. LNE

El ingeniero industrial ovetense Emilio Martínez Pañeda ha logrado todo un hito para la investigación española al obtener una de las 1851 Research Fellowships, una beca que antes que el tuvieron trece premios Nobel, científicos entre los que el propio Martínez Pañeda destaca a "Paul Dirac, padre de la física cuántica; Peter Higgs, conocido por proponer la existencia del famoso 'bosón de Higgs', o Ernest Rutherford, el descubridor del neutrón y padre de la física nuclear".

El investigador ovetense, de 31 años y antiguo alumno de La Gesta I, del instituto Aramo y de la Universidad de Oviedo, explica que las 1851 Research Fellowships "tienen mucha reputación y son posiblemente las becas más competitivas del Reino Unido". Se conceden ocho al año y en cada convocatoria hay un millar de solicitantes. Son becas de investigación postdoctorales, por tres años, que a Martínez Pañeda le permitirán continuar con sus investigaciones para entender y predecir la fractura de componentes y materiales utilizados en Ingeniería, y desarrollar modelos matemáticos con los que predecir la rotura de una tubería o el colapso de una estructura en mitad del océano.

La mayor parte de los beneficiarios de estas becas tan excepcionales han estudiado en Oxford o en Cambrigde y Martínez Pañeda confía en que su caso "anime a otros doctores de la Universidad de Oviedo a probar suerte". "Todo es posible con un buen currículum investigador, una buena propuesta y entusiasmo por lo que haces, y la Universidad de Oviedo tiene grupos que hacen investigación de primer nivel", asegura. Desde Cambrigde él colabora con una "spin-off" de la Universidad de Oviedo, "Know-How Innovative Solutions (KHIS)", que transfiere los avances científicos a empresas líderes de los sectores naval, aeronáutico, energético o petroquímico.

A Emilio Martínez-Pañeda le gustaría "devolver algún día toda la formación y el apoyo" que ha obtenido en su país. Lamenta que la investigación científica no reciba "la atención que se merece" en España y que sea tan difícil "hacer ciencia de primer nivel". "Confío en que la situación cambie para mejor y España pase a ser un destino atractivo para científicos de todo el mundo", dijo.

En la Universidad de Cambridge se codea con los mejores investigadores del mundo y "el ambiente es excepcionalmente estimulante". "Se trabaja mucho y el ambiente es competitivo", reconoce pero, en contrapartida, la alta concentración de talento "proporciona una oportunidad única de establecer colaboraciones interdisciplinares, fundamentales para dar respuesta a las grandes preguntas de la ciencia".

La 1851 Research Fellowships le da más "prestigio y visibilidad" y dice que le permite desarrollar una investigación de forma independiente, al mismo tiempo que pone a su alcance recursos para establecer nuevas colaboraciones.

Emilio Martínez Pañeda, que anda estos días de vacaciones por Asturias, soporta bien las bromas de sus compañeros de trabajo sobre su inclusión en la nómina de unas becas tan prestigiosas en el mundo de la investigación. El año pasado recibió una beca Marie Curie, también vinculada a los Nobel, porque la científica polaca que le da nombre lo ganó dos veces.

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