La vida de Ana Taboada dio un giro hace cuatro años cuando, espoleada por el movimiento 15-M, decidió lanzarse al ruedo político ovetense. Logró como cabeza de lista que Somos fuese la segunda fuerza municipal. Tras el veto de la FSA a su candidatura decidió apoyar al socialista Wenceslao López a pesar de que el PSOE fue la segunda fuerza de la izquierda. En las próximas elecciones de mayo encabezará de nuevo la candidatura de Somos con el objetivo de ganar la Alcaldía "con la mayoría suficiente para gobernar con libertad".
- ¿Cómo es el día a día de la vicealcaldesa de Oviedo?
-Complicado e intenso. Me levanto a primera hora para que mis hijas de 12 y 10 años vayan al instituto y el colegio, respectivamente. A eso de las nueve me reúno con el grupo municipal para analizar la jornada y a lo largo del día se suceden las reuniones, actos y participación en órganos municipales. Pese a todo sacó tiempo para ir a comer con las niñas porque es el rato que puedo pasar con ellas, salvo los miércoles, que suelo dedicarles la tarde.
- ¿Cambia mucho la vida el salto a la primera línea política?
-Creo que la política no está pensada para las mujeres. Solemos asumir mayores responsabilidades familiares y eso genera dificultades. En mi caso tengo la suerte de que mi pareja tiene horarios que le permiten garantizar el cuidado de la familia.
- ¿Cómo se encontró el Ayuntamiento?
-Pensé que la capital de Asturias iba a tener una máquina más consolidada y fuerte. Me encontré con unos funcionamientos arcaicos y con procederes poco coherentes. Sabía que no se había apostado por lo público durante años, peor no hasta qué punto se había desmantelado todo.
- ¿Le costó adaptarse a la dinámica partidista?
-Venía de trabajar en asociaciones y entendía que, a nivel municipal, el trabajo en equipo debía ser similar, pero resulta que no. Sabemos que en vez de tener ese interés hay gente que prefiere no alcanzar los objetivos y torpedear.
- ¿Queda algo del espíritu del 15-M en Oviedo?
-En todas las candidaturas de cambio de España demostramos que gente que no ha vivido de la política son capaces de llevar una buena gestión. Se puede hacer más con menos y aquí lo demostramos pagando 80 millones de deuda y aumentando las ayudas sociales. El espíritu del 15-M pervive en la medida que seguimos tomando políticas como la remunicipalización del servicio de Recaudación.
- ¿Añora la abogacía?
-Echo de menos la independencia a la hora de trabajar, era mi propia jefa. Lo que más lamento es haber dejado el vacío de la labor en materia de lucha contra el racismo que hacía entonces. Ahora siguen otras compañeras, pero me da pena no poder echar una mano.
- ¿Cuál es su bandera para las elecciones municipales?
-Frente a la cultura del hormigón, apostamos por un modelo que retenga aquí a los jóvenes. Una economía verde y proyectos estratégicos como el bulevar y La Vega.
- ¿Les reprochan que en cuatro años no han hecho nada en los proyectos estrella?
-Pues hemos llevado a cabo un proyecto para Santullano premiado con fondos europeos y un galardón de la Federación Española de Municipios y Provincias. Sobre La Vega nunca vimos a Caunedo reunido con Defensa y nosotros lo hemos hecho con tres ministros distintos. El bulevar es una calle desde 2007 y el PP sí que no hizo nada por él. A todos nos gustaría que los cambios fuesen más rápidos pero lleva tiempo poner en orden todo lo que nos encontramos.
- ¿Le decepcionó López como Alcalde?
-Debatimos mucho interna y públicamente. Hay temas como el "caso Enredadera" en el que pedimos desalojar la corrupción de la policía y ahora no comprendemos que el PSOE tenga dirigiendo el cuerpo a un condenado por acoso a una mujer. Por otro lado, Wenceslao reconoce la falta de personal, pero no tiene el arrojo suficiente para cambiar la situación. Del mismo modo, no entendemos cómo un partido progresista mantenga un seguro privado para la plantilla municipal.
- ¿Ve en el candidato popular, A lfredo Canteli, su principal rival?
-Lo veo como un "alcaldón" de pueblo. Dice que es gestor y no político y eso me recuerda al Gabino De Lorenzo inicial. Hay que frenarle para que no vuelva el hormigón y el gabinismo y para ello hace falta Somos
- ¿Teme un tripartito de derechas en Oviedo?
-Si viniera un tripartito a la andaluza, vendrían los catastrazos y se acabarían las políticas sociales. Eso ya sin entrar en cuestiones de derechos fundamentales. Somos es la garantía para que no tomen el poder.
