Vuelan, sobrevuelan y van tomando forma al tiempo que ganan altura, libertad. El montaje de Francisco Velasco en el patio del palacio de Velarde, la parte del Museo de Bellas Artes que da a la calle Santa Ana, es tan inquietante como tranquilizador, todo depende de la mirada del espectador. "Ventolera" es una instalación de 360 figuras realizadas sobre láminas de poliéster, serigrafiadas y, posteriormente, troqueladas a partir de una litografía original. Primero son láminas y poco a poco se van convirtiendo en pájaros que parecen buscar la salida a la calle. Esta instalación entronca con el resto de obras de la colección "Litomorfologías: almas negras (III)", que se puede ver hasta el 31 de marzo. Una muestra que golpea de forma tan sutil como contundente y que pese a la oscuridad de los colores arroja luz sobre el mundo. Migraciones, un homenaje a Goya y piezas de hasta cinco metros para narrar la sociedad actual. El Bellas Artes abre de martes a sábado, en horario de mañana y tarde, y los domingos, por la mañana.
En otro espacio público, en la sala Borrón (Juan Benito Argüelles, 3; de martes a viernes, en horario de mañana y tarde), se puede visitar la "Opera omnia", de la artista Tamara Norniella, una exposición que reúne obra de cinco series realizadas por la creadora desde 2012, "La dolce vita", "Flayed identity", "La dislocación del yo", "Proyecto Específico de Identidad (PEI)" y "Yo no soy yo". Una colección que sigue la trayectoria de la artista, que explota el cuerpo como concepto. La muestra podrá visitarse hasta el 15 de marzo.
En la galería Dos Ajolotes (calle los Pozos, 1; horario de mañana y tarde) están las "Heterotopías", de Luis Lanzas. La muestra reúne dibujos, pinturas y esculturas en los que el artista, a través de una aparente abstracción geométrica, estudia y depura paisajes cenitales obtenidos de fotografías satelitales de Google Earth. Las heterotopías son por tanto lugares reales, heterogéneos, sometidos mediante el trabajo del artista a un proceso de perfeccionamiento, que se oponen a las utopías, sociedades perfectas sin emplazamiento real.
Otro viaje, en este caso menos geográfico que interior, es el que propone la húngara Klára Konkoly-Thege en el espacio creativo De Cero (Martínez Vigil, 8; horario de mañana y tarde) con su exposición "En busca de la paz", que se puede visitar hasta el 11 de marzo. Piezas de distintos formatos en las que la artista logra a través de la tinta y el pincel imponer en el espectador si no la paz al menos sí esa búsqueda que propone. Obras para ver con calma, para degustar y perderse en cada uno de los trazos y de las formas.
