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CARLOS AMIGO | Cardenal y pregonero del Costalero de la Hermandad de los Estudiantes

"En el templo, como en la calle, no puede ser buen cristiano el que no es buen ciudadano"

"Vengo a Oviedo a aprender y a hablar a sus costaleros en su mismo idioma, que es el de los pasos sevillanos"

Carlos Amigo.

El cardenal fray Carlos Amigo, que llegó a sonar en las quinielas como papable, pronunciará mañana el pregón del Costalero de la Hermandad de los Estudiantes. Lo hará a las 19.00 horas, en la capilla del edificio histórico de la Universidad. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, lo presentará. Cercano, culto y con un gran sentido del humor, ayer atendió la llamada de LA NUEVA ESPAÑA.

- ¿Qué mensaje trae?

-En realidad, vengo para aprender sobre esta Hermandad y su estilo de celebrar la Semana Santa, que puede parecer peculiar para Oviedo. Hablaré de los costaleros y a ellos me dirigiré en el pregón en su lenguaje, que es el de las cofradías sevillanas en las que se han inspirado.

- Pasó tiempo en Sevilla, donde rechazó ser pregonero.

-Me lo ofrecieron en varias ocasiones, pero me veía más como arzobispo y prefería permanecer al margen.

- Defina a un costalero.

-Es el que esconde su rostro debajo de la trabajadera para que se vea mejor la imagen de Cristo que lleva sobre el paso. Es un honor, pero también una gran responsabilidad. Se trata no solo de portar una compostura y ritmo de llevar el paso, sino que con ella expresen los sentimientos que llevan en su corazón de costalero. Pero lo importante es tener la misma unidad en lo fundamental.

- Aunque sea en Oviedo, tan alejado de Sevilla en cuanto a estilos procesionales.

-Cuando me invitaron, primero quedé sorprendido, después pensé que esto desentonaba con la cultura propia de Oviedo. Pero pensé que si podía aprender algo, bendito sea Dios.

- Además lo presentará el arzobispo Jesús Sanz Montes, al que usted ordenó sacerdote de una forma muy singular.

-Me acuerdo perfectamente. Fue en Alcorcón y había muchos emigrantes de Andalucía. Dije que en ocasiones es muy difícil explicar las cosas y recité unos versos sobre el Rocío. Las cosas grandes no se comprenden si no se viven.

- Armó polémica en Andalucía cuando se empeñó en introducir a la mujer en el mundo cofrade.

-No fue para tanto. Quería ayudar lo mejor posible a la Semana Santa sevillana y veía el deseo de las mujeres de participar en ella. Además, no había razones jurídicas que lo prohibieran. Hubo un poco de rebelión, eso sí, pero por la novedad. Después se vio que reforzaron la Semana Santa, que a todos nos pertenece.

- Y acabó siendo hijo predilecto de Andalucía.

-No creo que fuera por esto.

- ¿ Cómo hay que vivir la Semana Santa? No todo será procesionar.

-Todo lo exterior nos ayuda, es una especie de maridaje entre lo que vivimos y expresamos, ya que la unión del altar con la calle con manifestaciones de todo tipo, sin imponer nada a nadie, tiene un significado mucho mayor.

- Continúe...

-Lo que se celebra en el altar hay que llevarlo a la vida familiar y a nuestras relaciones con los demás. Hay que ser cristiano en el templo y en la calle. No puede ser buen cristiano el que no es buen ciudadano, decía Juan Bosco. Una cita que puede ser de mucha actualidad en el contexto en el que estamos ahora.

- ¿Cómo le fue de cardenal?

-Muy bien. Este oficio, aparte de participar en la elección del Papa, es estar al servicio del Santo Padre y ayudarlo en lo que requiera. Es muy grato y también de gran responsabilidad.

- Llegó a sonar nada menos que como papable.

-¡No me diga! Solo me enteré de algo de eso por los periódicos (risas).

- Con la jubilación le llegó la hora de hacer balance.

-Tenía hecho mi programa de jubilación de otra manera. Soy franciscano y pensaba retirarme a un convento para escribir. Me parecía que así podía seguir ayudando a la Iglesia, pero el mismo día de entregar los papeles empecé a recibir peticiones para dar conferencias y participar en celebraciones. Conclusión, lo mejor que podía hacer era ponerme al servicio de los demás.

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