La titular de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo ha dictado una sentencia absolutoria a favor de las dos personas que se sentaron en el banquillo como supuestos responsables del Club Fresas -un local de alterne que funcionó hasta 2015 en Santa Marina de Piedramuelle- en el momento en el que se realizó una inspección en la que se detectaron un camarero y cinco chicas que estaban trabajando en el local sin estar dados de alta en la Seguridad Social. La jueza refleja en la sentencia que "el material probatorio carece de la consistencia necesaria" como para dictar la condena que solicitaba el fiscal: dos años y medio de cárcel para el hombre y otros tantos para la mujer.

Los acusados defendieron en todo momento que ellos nunca tuvieron nada que ver con el negocio. El hombre afirma que él sólo les había subcontratado el local a los verdaderos responsables del club y la mujer sostiene que ella era "una prostituta más" de las que ejercían en el club. Es más, la acusada asegura que quiso irse del trabajo en varias ocasiones y que los verdaderos dueños, según ella los propietarios de otro club de alterne situado en Ribadesella, no se lo permitían. Uno de esos supuestos propietarios llegó a estar investigado en la misma causa, pero el fiscal no formuló cargos contra él. Los policías también declararon que a la hora de analizar los movimientos económicos se había constatado que el dinero iba a la cuenta de uno de los propietarios del club de Ribadesella.