La cesión de la capilla y el claustro de la antigua Fábrica de Armas de La Vega, pactada por Defensa y el Ayuntamiento de Oviedo, y aunque el Consistorio no pagará nada al Ministerio por la operación, sí que tendrá que llevar a cabo diversas actuaciones y cambios jurídicos en el enclave para poder usar esas edificaciones. Así consta en los informes de los técnicos municipales en los que se analizan los protocolos entre ambas administraciones para la reversión de los terrenos a manos municipales, previo pago de una cantidad económica que no está cerrada, por cuanto las partes se centran ahora en fijar los criterios que servirán para tasar la propiedad.
Entre las obligaciones que asumirá el Ayuntamiento con la cesión demanial de la capilla y el claustro, sin incluir todavía las que se deriven de los usos que se decidan para estos equipamientos, figuran la ejecución de las obras para conseguir las debidas condiciones de seguridad, la redacción del proyecto y la realización de los trabajos necesarios para aislar la capilla y el almacén del claustro del resto de instalaciones de la fábrica o la conservación y el mantenimiento de los inmuebles, así como de todos los bienes protegidos y bienes histórico-artísticos que están almacenados en el claustro y en la capilla. Se incluirá su traslado a otra ubicación dentro del recinto, la reparación y la conservación de inmuebles e instalaciones asociadas, el mantenimiento de los elementos estructurales con la inspección y control periódico de su comportamiento, la acometida de suministros a las redes generales para independizarlas de las de la fábrica, la asunción, una vez que se formalice la concesión, de todos los gastos de suministros de luz, agua o teléfono, así como el pago de impuestos, tasas y demás tributos, y la inclusión de los inmuebles en las pólizas de seguro de daños y de responsabilidad civil suscritas por el Ayuntamiento.
El alcalde, Wenceslao López (PSOE), ya ordenó el mes pasado el proyecto para el aislamiento de la zona objeto de cesión, incluyendo el acceso al resto de las instalaciones de fábrica. El plan prevé que el servicio de vigilancia de las instalaciones se lleve a cabo desde el antiguo edificio de oficinas que hay en la entrada principal del recinto, así como la ejecución de las conexiones a las redes de agua, energía eléctrica y telefonía, o el traslado de los muebles que están almacenados en el claustro a un edificio próximo. El cierre, de acuerdo con la planificación del área de Infraestructuras, tendrá 2,2 metros de altura y se levantará a base de bloques de hormigón, con puertas de acceso para vehículos y para peatones. El presupuesto de ejecución por contrata, incluyendo esta actuación y otras relacionadas, por ejemplo, con la videovigilancia, asciende a 81.941 euros. El plazo de ejecución previsto es de un mes.
De cara a la adquisición definitiva de toda la propiedad, el nuevo valor del claustro y la capilla derivado de las obras ejecutadas por el Ayuntamiento para cumplir con lo acordado para su cesión demanial no computará en la tasación de los terrenos que se acuerde entre las partes.
El plazo de la concesión se fija en cinco años, contados a partir de la formalización del acuerdo, prorrogables por periodos de dos años siempre que no se cierre el proceso negociador para la adquisición de la fábrica. Este plazo es superior al incluido en el protocolo de intenciones acordado el 15 de enero, vinculado a la duración de un año, prorrogable a otro, establecido para ese documento.
Un aspecto relevante es que los técnicos municipales advierten de que, sin tramitación alguna, solo resultan posibles los usos actuales en los edificios de la fábrica. Para cualquier actuación en ellos resulta obligada la elaboración de un catálogo que establezca el grado de protección de los distintos elementos y las posibilidades de intervención. Además, teniendo en cuenta las afecciones del entorno, toda actuación en el ámbito del antiguo recinto fabril debe contar con un informe favorable del área de Patrimonio Cultural del Principado.
