La villa romana de Las Regueras todavía esconde muchos secretos que los vecinos de la zona quieren desvelar a toda costa. La excavación que permitió el pasado mes descubrir totalmente un mosaico de unos 40 metros cuadrados también desveló la existencia de unas curiosas pinturas en las paredes del edificio. Los expertos calculan que estas pinturas ocuparían paredes con alturas de en torno a 1,2 metros que serían objeto de una próxima campaña prevista para el próximo año. La asociación de amigos de la villa romana de San Martín, la cual promovió la recaudación de fondos para excavar el mosaico, ya estudia fórmulas para obtener financiación de cara a esa próxima excavación.
Las pinturas fueron descubiertas de manera fortuita. La excavación del mosaico las hizo aflorar, pero al limitarse el permiso regional a la excavación del mosaico, lo único que se hizo en esta ocasión fue organizar una cita de técnicos del Principado para realizar informes sobre las mismas. Los indicios apuntan a una decoración con formas geométricas con espirales, un círculo rojo y cortinajes cuyo objetivo sería completar un conjunto decorativo de la habitación donde se encontraba el mosaico.
La confirmación de estas sospechas precisa de una nueva excavación centrada en la zona. La misma tendría una duración de al menos dos meses debido a las complicaciones técnicas que conlleva asegurar las paredes. La ayuda regional se limitaría a la línea de ayudas generales para estos casos que, como mucho, ascendería a unos 6.000 euros como ya ocurrió en la última excavación. El colectivo vecinal estudia ya fórmulas para complementar la financiación. De momento no se ha decidido si habrá una nueva campaña popular de donaciones o se buscará algún tipo de patrocinio empresarial.
Tanto el Ayuntamiento como el Principado respaldaron recientemente la declaración del mosaico de La Estaca como Bien de Interés Cultural. El elemento decorativo forma parte de un edificio cuya construcción dataría del siglo II, si bien el mosaico no se completaría hasta un siglo después. Todo apunta a que se trata de un complejo de varias construcciones en el que residía el propietario de una explotación agroalimentaria.
