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El Ayuntamiento estudia cómo utilizar La Vega para alejar al máximo el tráfico de Santullano

El nuevo plan de la entrada a Oviedo en el que trabaja el área de Infraestructuras incluye una rotonda de la Cruz Roja más grande y ovalada

El Ayuntamiento estudia cómo utilizar La Vega para alejar al máximo el tráfico de Santullano

Salvar San Julián de los Prados, la joya del Prerrománico asturiano que sufre diariamente la salida y entrada de coches de la ciudad camino a la autopista "Y", figura como uno de los objetivos principales del nuevo proyecto con el que trabaja el Ayuntamiento para dar forma a un nuevo bulevar de Santullano. El área de Infraestructuras guarda celosamente los detalles últimos de la solución que sustituirá el proyecto de "Bosque y Valle", cuyo contrato se resolvió esta semana de mutuo acuerdo, pero en las líneas generales del proyecto, según ha podido saber este periódico por fuentes conocedoras del plan, está alejar al máximo los coches de la iglesia, cuestión que en los anteriores proyectos no sucedía. Para lograrlo, y pese a que se trata de una solución que podría tardar más en ejecutarse por la titularidad de los terrenos, se está analizando incluso la posibilidad utilizar en parte los terrenos de la fábrica de armas de La Vega, que en ese punto, frente a la iglesia prerrománica, forman el límites sur del trazado de salida de los dos carriles de la autopista "Y".

En la práctica, se está diseñando en detalle esa última parte del trazado, pero el ámbito de actuación del nuevo proyecto, desarrollado directamente por el Ayuntamiento, sin lanzar nuevos concursos de ideas, irá mucho más allá de esos metros finales que van del Palacio de los Deportes a la rotonda de la Cruz Roja.

Lo que es cierto es que "la entrada a Oviedo requiere de una urbanización digna, que aplaque los efectos del tráfico en la zona urbana y que mejore estética y medioambientalmente los accesos a la ciudad, y para ello se debe facilitar la conectividad peatonal entre ambas márgenes de la antigua carretera y se deben considerar nuevos medios de transporte". La cita, esta vez sí, es de fuentes del área de Infraestructuras. La música suena muy parecida a la que acompañaba el fallido proyecto "Bosque y valle", y es que según las cuentas que el concejal Nacho Cuesta echó esta semana sobre el pago que se hará a los arquitectos por las partes que se aprovecharán del trabajo realizado, parece que la intención es volver a tirar de algunas soluciones ya planteadas allí.

Así, y en consonancia con las ideas de "calmado de tráfico" que movimientos como "Urbanismo crítico", después convertido en "Imagina un bulevar", vienen defendiendo, el nuevo proyecto incluiría algunas de las rotondas que "Bosque y Valle" ya proyectaron en el tramo urbano de la autopista, a la altura del centro comercial Los Prados o del cuartel de Rubín. Estas conexiones permitirían ir distribuyendo el tráfico a los barrios de la zona noreste de la ciudad, aligerando los flujos de entrada.

Otra de las actuaciones que figuran entre las más urgentes y posibles para el nuevo equipo de gobierno, dentro de las soluciones que se darán a la entrada de Oviedo desde la "Y", es la reforma de la rotonda de la Cruz Roja. La nueva solución a los flujos de vehículos también será un distribuidor del nudo del tráfico en este punto de la ciudad, pero tendrá forma ovalada, para poder dar entrada y salida a más vehículos.

La ampliación de la rotonda de la Cruz Roja no está vinculada en exclusiva con el rediseño de la nueva entrada de la ciudad, pero es una actuación que el área de Infraestructuras considera obligada de cara a las necesidades de la ciudad durante los próximos años. De un lado, la ampliación del paso en Nicolás Soria aumentará los flujos de tráfico hacia esa dirección, según todas las previsiones realizadas hasta ahora. Por otro, la puesta en marcha del nuevo complejo del Vasco, con su gran parking de 1.100 plazas, 800 de ellas en rotación, atraerá también un nuevo flujo de tráfico a la zona. La solución busca dar servicio a la actividad que se calcula que podría generar el propio complejo, con sus zonas de ocio y su gran galería gastronómica, la llamada "milla del sabor".

Pero la nueva rotonda también tiene en cuenta que, antes o después, la fábrica de armas de La Vega se convertirá en otra cosa, un nuevo distrito que combine usos empresariales, culturales y de ocio, y que a su vez generará más movimiento en esa área que algunos llaman ya "el gran Oviedo", donde también se incluiría la reformada Fábrica de Gas con los nuevos usos que el actual equipo de gobierno le quiera dar.

El nuevo plan quiere tratar de ser muy coherente con todo ese nuevo ecosistema urbano aún por desarrollar, con las necesidades que genere, para no quedarse por debajo ni muy por encima de lo que la ciudad vaya precisando en las próximas décadas.

Eso también incluye a la fábrica de armas de La Vega. Por mucho que se estudie de qué forma se puede integrar la fábrica dentro de la solución al calmado de tráfico y la reducción de la contaminación en esa zona, también se pretende ofrecer ya en la margen norte del recinto fabril un vial compatible con el de la entrada a la ciudad, que permita en un futuro que el ámbito quede conectado para cualesquiera que sean sus actividades tanto desde el lado de la Tenderina, como desde el lado norte que linda con la A66.

Los técnicos quieren primar por encima de todo planteamientos prácticos y realistas. No perderse en grandes proyectos y dividir los trabajos en fases útiles con entidad propia. "La entrada a nuestra ciudad", señalan en este sentido desde Infraestructuras ,"no puede mantener durante años la impresión de estar inacabada".

Estas fases deberán adecuarse, además, a los requerimientos de las líneas de actuación de la financiación europea que Oviedo tiene para el desarrollo de todo un conjunto de acciones para estos barrios de Oviedo.

Por este enfoque pragmático también insisten en que todas las soluciones en las que se está trabajando en la actualidad tienen que ser "asumibles económicamente" y "parcialmente consensuadas con el resto de administraciones". En este último sentido, las áreas del gobierno central que entran más en juego en el diseño que se está estudiando son las del ministerio de Defensa y el de Cultura, por lo que toca tanto al recinto de la fábrica de armas como al Prerrománico.

Humanizar la entrada

Pese a los recelos de la oposición y de algunos colectivos vecinales sobre los planes del concejal Nacho Cuesta, desde su entorno insisten en que el plan no abandona los objetivos iniciales de "humanizar" la entrada a Oviedo por la "Y" y más allá, porque se trata de darle otra forma y de facilitar la vida a los ciudadanos en toda la ronda de Oviedo.

Hay una doble obligación en la persecución de estos objetivos. Así se lo ha prometido el Ayuntamiento a la Comunidad Europea, y por eso buena parte de los 10,3 millones de fondos europeos obtenidos dentro de los planes Edusi están vinculados a estos fines. Así, las actuaciones para restringir el uso del vehículo privado, suman en el proyecto original premiado por la UE una inversión de 1,72 millones, de los que el 80% es financiación comunitaria. Con menos porcentaje, sólo del 35%, el plan para "transformar el tramo de la A-66 en un bulevar urbano" contaba en el proyecto europeo con 6,9 millones de euros.

La segunda obligación es de orden sociopolítico. El equipo de gobierno entiende que después de siete años con proyectos sobre cómo coser los barrios y suavizar esta zona de Oviedo, los ciudadanos tienen que empezar a ver algún resultado, algún cambio apreciable desde el punto de vista del paisaje urbano.

En ese sentido, la creación de nuevas zonas verdes y la nueva urbanización (y ahí el Ayuntamiento tiene mucho trabajo adelantado gracias a todo lo desarrollado por "Bosque y Valle") podría ser uno de los primeros pasos.

Dentro de lo pragmático, el nuevo colector este es otra prioridad. Eso es verdad, pero también que podría no recibir subvención dentro de los fondos Edusi y no servir, por tanto, para cumplir con las exigencias de la UE. En todo caso, conscientes de la urgencia de unos trabajos que llevan pendientes más de quince años, después de que la Confederación Hidrográfica no los llevara a cabo, el Ayuntamiento ha contratado el proyecto básico que "Bosque y Valle" incluyó dentro de las mejoras posibles a su plan. El nuevo colector costará 2,06 millones.

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