La firma del acuerdo con el Ministerio tendrá lugar hoy mismo. La Coruña, gracias a la fórmula de la cesión, ha logrado disponer de los terrenos de su fábrica de armas antes que Oviedo, que basó su estrategia ante Defensa durante el anterior mandato en negociar, sin éxito, la compra de La Vega. De esta forma, a través de su Universidad, la ciudad gallega ya tiene vía libre para implantar un gran polo tecnológico similar al que se planteó para la capital de Asturias, pero en su caso ligado a las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC). La institución académica ha sabido poner de acuerdo a las tres administraciones públicas, que participarán en mayor o menor medida en la financiación de la iniciativa, y ha concitado también el interés de una quincena de empresas del sector plenamente dispuestas a implantarse ya en la fábrica, algunas tan punteras como Indra. La previsión es generar alrededor de 2.500 puestos de trabajo en lo que algunos ya conocen como el "Silicon Valley" de La Coruña.
Los avances del proyecto coruñés contrastan con la situación de la fábrica armas de Oviedo, para la que la Cámara de Comercio planteó ya en 2018 un proyecto similar al gallego, aunque centrado en el ámbito biosanitario. Ahora, a la vista de que en La Coruña han sido mucho más diligentes y de que no hay ningún acuerdo ni previsión para La Vega, el presidente de la entidad cameral, Carlos Paniceres, reclama, y de forma "urgente", un "esfuerzo" a las administraciones para que "se pongan de acuerdo" y hagan de La Vega "un espacio de oportunidad, de actividad económica, de empleo e innovación". Y es que, para Paniceres, transcurridos ocho años desde que General Dynamics echara el cierre en la ciudad, "la cosa ya no va de propiedades, la cosa va de usos, y urge aprovechar unas instalaciones que están sufriendo un evidente proceso de deterioro".
El dirigente empresarial ve con buenos ojos la iniciativa coruñesa, pero considera que el ejemplo a seguir en Oviedo es el de la ciudad gala de Saint-Éttiene. Es más, anuncia que el mes que viene, a través de la entidad que preside, estarán en la capital de Asturias los responsables de su antigua fábrica de armas para detallar el proceso seguido para transformarla en un polo económico de primer nivel.
La fábrica de armas de La Coruña también estuvo gestionada por General Dynamics, compañía que cesó su actividad en la capital herculina en 2013, apenas unos meses después que en Oviedo. Al año siguiente, Defensa adjudicó el recinto a Hércules de Armamento, empresa que acabó siendo declarada por los juzgados en "insolvencia total" y que fue desalojada el pasado día 11, tras un pulso de casi un año con el Ministerio. Con la fábrica ya vacía y la cesión atada, la Universidad de La Coruña tiene vía libre para desarrollar un proyecto que ha ido madurando fijándose como objetivo la cesión de las instalaciones y no su adquisición. Se trata de una estrategia que se ha revelado mucho más ágil que la desarrollada por el tripartito ovetense durante el anterior mandato, centrada en la compra de La Vega, y que no deparó resultados concretos. Por no salir, no salió adelante ni la cesión demanial de la capilla y del claustro-almacén comprometida en enero de 2019 por el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, durante una visita a la ciudad.
Canon anual
Sin que el Ayuntamiento de Oviedo haya reanudado las negociaciones con el departamento que dirige Margarita Robles, y que ya no se centrarán en la compra del recinto, La Coruña firma hoy con Defensa la cesión de 127.000 metros cuadrados de la fábrica de armas para poner en marcha el polo tecnológico de las TIC. El acuerdo incluye una cesión por 25 años, prorrogable otro cuarto de siglo, con un canon establecido en 260.000 euros anuales con tres años de carencia. Esta fórmula facilitará la puesta en marcha de la iniciativa, a la espera de la constitución de un consorcio público de gestión. En todo caso, el convenio también incluye una opción de compra a partir del quinto año de vigencia.
Según los cálculos del rector de la Universidad de La Coruña, Julio Albalde, la ciudad de las TIC precisará de una inversión inicial de veinte millones de euros en sus primeros tres años de andadura. Además, serán necesarios otros treinta millones para consolidarla. Entre otras cuestiones, y como punto de partida, el plan incluye la rehabilitación de los 17 edificios existentes y la construcción de dos más de nueva planta. La Xunta del popular Alberto Núñez Feijoo ya se ha mostrado dispuesta a financiar la iniciativa con el Instituto Gallego de Promoción Económica (Igape), a través de una partida de algo más de ocho millones de euros, y también se da por hecha la participación del Ayuntamiento, presidido por el PSOE, y de la administración del Estado. El objetivo es sumar fondos de la Unión Europea (UE).
La iniciativa se desarrollará por fases. La primera de ellas afecta a 35.000 de los 127.000 metros cuadrados que cede ahora por Defensa. Indra prevé ocupar 15.000 metros cuadrados en un complejo en el que estarán otras firmas del sector como R, Éveris, Cinfo e Igalia.
