Nuevas señales, la mejora del cierre perimetral del estanque de los patos y diversas obras de cantería. Estas son las actuaciones primordiales que la concejalía de Parques y Jardines, liderada por Gerardo Antuña (PP), va a afrontar con los 200.000 euros que el presupuesto municipal de este año reserva para el Campo San Francisco. El propio Antuña subraya que el gran pulmón verde de la ciudad es una "prioridad" para el equipo de gobierno que preside Alfredo Canteli y anuncia que la rehabilitación integral del espacio seguirá adelante con partidas concretas para subsanar los numerosos desperfectos que se han ido generando tras muchos años de abandono. Sin embargo, el edil popular también advierte de que "hay actuaciones que no podrán ir todo lo rápido que nos gustaría a todos porque estamos hablando de un parque histórico, catalogado como bien cultural".
La renovación de la señalética es una de las actuaciones más esperadas en el Campo y viene siendo reclamada desde hace tiempo por los visitantes foráneos, que se quejan de la falta de información actualizada sobre la ubicación y las características de los elementos más emblemáticos del espacio. Baste decir que las señales de los árboles tienen ya tres décadas de antigüedad, están muy deterioradas y también se han quedado obsoletas en cuanto a grafismo y contenidos. "Se hace necesaria una renovación integral", señala Antuña. Para ello, el Ayuntamiento ha contratado un proyecto de señalética que, después de varias revisiones, está ya solo pendiente de que sus características cromáticas sean aprobadas por el servicio de Patrimonio del Principado.
Por lo que respecta a la reparación del cierre del estanque de los patos, se trata de sustituir los tramos de madera que tienen algunas zonas degradadas por forja, siguiendo los criterios establecidos por Patrimonio. El cierre incluirá reproducciones del escudo de la ciudad.
La reparación de elementos de cantería es el tercer pilar sobre el que se asienta la inversión en el Campo con cargo al presupuesto de este año. Según confirma Gerardo Antuña, la previsión es que se rehabiliten tres alcorques de piedra, varios peldaños de escaleras y unos tramos de bordillo, todo ello en piedra caliza.
"Todas estas actuaciones forman parte de un plan integral de recuperación del Campo San Francisco en el que estamos trabajando y que se considera una prioridad para los próximos años, debido a la importancia que tiene para la ciudad este gran pulmón natural", subraya el edil de Parques y Jardines, empeñado en que "un espacio tan apreciado por los ovetenses recupere todo el esplendor".
Otro de los proyectos para el Campo en los que trabaja el gobierno local, aunque desligado de esta inversión de 200.000 euros, consiste en la sustitución del aguaducho, que está muy deteriorado y presenta evidentes carencias tanto para el servicio como para los clientes. El nuevo equipamiento será considerablemente mayor que el actual, ubicado en las inmediaciones del estanque, con algo más de 35 metros cuadrados de superficie total. La zona destinada a bar ocupará 11,81 metros cuadrados y para la parte trasera se ha proyectado un aseo de 4,5 metros cuadrados y un almacén de 7,54 metros cuadrados.
El proyecto está supeditado a las exigencias que marque Patrimonio respecto a los materiales de construcción, de forma que el nuevo aguaducho quede perfectamente integrado en el espacio.
Entre las actuaciones muy demandadas por la ciudadanía para que el Campo vaya recuperando su esplendor y cuya ejecución no debería demorarse mucho figura el reinicio de la rehabilitación del quiosco de la música del paseo del Bombé. Ya tiene lista la tramitación administrativa previa a la licitación y ejecución de las obras después de varios años de espera. Tras las gestiones llevadas a cabo por el alcalde, Alfredo Canteli, ante el presidente del Principado, Adrián Barbón, Patrimonio ha emitido la autorización para llevar a cabo los trabajos, que se financiarán con cargo al remanente y cuentan con un presupuesto estimado en algo más de 200.000 euros.
La recuperación del templete, una obra de Juan Miguel de la Guardia inaugurada en el año 1888, quedó paralizada hace ya un lustro. Una vez obtenido el visto bueno de Patrimonio, y teniendo muy en cuenta la complicada situación derivada de la crisis del coronavirus, queda pendiente la licitación de las obras. El proyecto se aprobó a finales del pasado mandato, con un plazo de ejecución de cinco meses.
En la agenda del gobierno local también figura la restauración del mosaico del paseo de los Álamos, una obra de Antonio Suárez que se encuentra muy deteriorada y que ha sido objeto de varias actuaciones previas que los expertos han tildado de "chapuzas". La intención del tripartito durante el anterior mandato era ejecutar los trabajos dentro de un proyecto de reordenación integral del entorno del Campo que el gobierno de PP y Cs no va a llevar a cabo.
Recuperar el agua de las fuentes ornamentales, fundamentalmente las dos del paseo del Bombé, integra también el catálogo de actuaciones que, de manera escalonada en el tiempo, contribuirán a que el Campo salga de la incuria en la que lleva inmerso tantos años.
