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Una faena para todos los públicos

Paquirri toreó a medio gas y miles de socios de la SOF se quedaron sin bollo

Una faena para todos los públicos

Al final de la previa se leía que el buen tiempo, la estampa de las reses y la calidad de los toreros (Paquirri, Ángel Teruel y José Luis Parada) aseguraban un lleno absoluto en la plaza de toros de Buenavista para la corrida del día de San Mateo de 1970. No fue así, ni mucho menos. Descalabro total en taquilla y siendo generosos se llegó a la media entrada. No había afición en Oviedo a la tauromaquia, al parecer. Tampoco la corrida fue de aúpa. Ni los diestros ni las reses dieron lo que se esperaba. "Si Paquirri da ayer todo lo que lleva dentro, a estas horas andan todavía con él a hombros los setenta y dos aficionados de verdad que hay en Oviedo...", dicen las crónicas, así que sí, había un reducto de aficionados, 72, concretamente. El cronista taurino de LA NUEVA ESPAÑA lo apunta: "Señores empresarios: suponemos que después de esto ustedes se tentarán mucho la ropa antes de reincidir".

Aquel día, el 21 de septiembre de 1970, fue un poco desastre no solo en la plaza. El Campo San Francisco se quedó pequeño para los que acudieron a comer el bollu. Y el problema es que no todos los socios de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) pudieron degustar el manjar mateín. Una avería en la panificadora impidió la entrega en tiempo y forma. La SOF había encargado 24.000 bollos y la maquinaria no pudo con ello. A la hora convenida faltaron 3.000 y el disgusto entre socios y dirigentes de la SOF fue mayúsculo. Era la primera vez en la historia que ocurría algo así. Y por comparar, este año está prevista la entrega de 2.000 bollos.

Así que, al día siguiente, la SOF insertó un anuncio en LA NUEVA ESPAÑA pidiendo a aquellos que se habían quedado sin las viandas que pasasen a recogerlas por las oficinas el mismo día 22. Las panaderías Toledo y Marino Muñiz explicaban en otra nota: "Por avería sufrida en la máquina divisora, no pudieron suministrar a su debido tiempo, tal como se habían comprometido con la Sociedad Ovetense de Festejos, el número de bollos que se les habla solicitado con motivo de la gran festividad de San Mateo. Este fue, pues, el motivo del retraso y anormalidad producido en el reparto de los mismos. Con lo anteriormente expuesto manifestamos públicamente que la Sociedad Ovetense de Festejos ha sido totalmente ajena a lo sucedido, y, al mismo tiempo, pedimos disculpas a todos los señores socios".

Un día de San Mateo en el que a unos cuantos les hicieron la faena, y no la que esperaban.

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