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Los colectivos sociales y la oposición llaman a paralizar los derribos en la Fábrica de Gas

Varias asociaciones vecinales y el Colegio de Arquitectos se unen para formar una plataforma en defensa del conjunto del recinto fabril

Los colectivos sociales y la oposición llaman a paralizar los derribos en la Fábrica de Gas

La oposición se mueve para salvar la Fábrica de Gas “de la piqueta”. Los grupos municipales de Somos y PSOE llevarán al Pleno la “paralización” de la licencia de descontaminación del recinto fabril. Al mismo tiempo, diversos colectivos y asociaciones se movilizan para crear una plataforma en defensa de la fábrica que llevó la electricidad a Oviedo. Consideran que el recinto tiene un valor en su conjunto y merece ser protegido de manera íntegra. El Colegio de Arquitectos, la asociación Oviedo Redondo, la Unión de Artistas y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (FAVO) se reunieron ayer para conformar la plataforma Fábrica de Gas y de Ideas. Todas ellas consideran el recinto como un patrimonio único y merecedor de protección en su conjunto. Sus representantes manifestaron ayer la voluntad popular de preservar un recinto fabril que, como dijo Waldo Valbuena, voz de Oviedo Redondo, está llamado a ser un pilar fundamental de la revitalización del casco antiguo de la ciudad.

La razón de la movilización ciudadana es preservar la totalidad de las estructuras que el proyecto de descontaminación presentado por la empresa propietaria de los terrenos, EDP, planea derribar. En particular la nave de la Popular Ovetense, de la que solo se conservaría su fachada. Estos derribos no serían azarosos, sino que responderían a la manera más rápida de cumplir con lo que exige la ley, descontaminar los terrenos. Un paso previo que, desde el Ayuntamiento, advierten que es “obligatorio” antes de llevar a cabo una reintegración del recinto fabril en la ciudad, algo que todas las partes desean.

La cuestión es en qué condiciones se quiere adquirir la Fábrica de Gas y a qué se quiere dedicar. La pelota, de momento, está en el tejado del Principado, que ahora deberá decidir si lo que plantea la empresa resulta dañino o no para el patrimonio industrial de la ciudad.

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