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Vista general del edificio, con el andamio ya instalado. | Irma Collín

Cultura lleva el informe del edificio de San Antonio al próximo Consejo de Patrimonio

La oposición afea el retraso en licencias y el gobierno afirma que los problemas de ese expediente son fruto del atasco en época del tripartito

El área de Urbanismo del Ayuntamiento de Oviedo defendió ayer su trabajo para desbloquear la situación de ruina en el Antiguo y, en concreto, su empeño en lograr que la Consejería de Cultura del Principado resolviera el informe del que depende la licencia para la reforma del edificio de San Antonio cuyo alero se desprendió el pasado miércoles. Tanto es así que Cultura, tras lo sucedido esta semana, adelantará ese informe para que Patrimonio lo resuelva en su próxima reunión.

Fuentes del área de Urbanismo indicaron que se había trasladado en varias reuniones con Patrimonio la necesidad de agilizar este tipo de documentos o de articular, al menos, mecanismos de intervención para poder actuar antes de tener el dictamen del Consejo. A raíz de lo sucedido en el Antiguo, el Principado ya trasladó que se llevará esta autorización para su aprobación, después de un año de espera, al Consejo de Patrimonio.

El equipo de gobierno también insistió en que la licencia para la reforma integral del edificio de San Antonio, paralizada durante un año en el Ayuntamiento, corresponde a un expediente del año 2019. “Es, por tanto”, señalaron ayer fuentes de Urbanismo, “un ejemplo del atasco que nos encontramos en Licencias, y se tardó unos meses en dar licencia desde el Ayuntamiento porque hubo que subsanar muchas deficiencias”.

Críticas a Cuesta

Desde la oposición, el concejal de Somos Nacho del Páramo volvió a denunciar “las mentiras del señor Nacho Cuesta. “Lleva dos años pregonando que las licencias se dan en menos de tres meses y sus mentiras vuelven a ser patentes”, declaró en relación al derrumbamiento en San Antonio. “Quedan así en evidencia”, detalló Del Páramo, “al conocerse que los propietarios de este inmueble llevan más de dos años esperando y aún no tienen permiso de obra”.

“Por otro lado”, insistió el concejal de Somos, “las promesas de un plan especial para el Antiguo también suenan a falsas, dado que en dos años ni siquiera se ha realizado la redacción de los pliegos por parte de los funcionarios municipales, que es el primero y más sencillo de los trámites”. El edil también ha afeado el hecho de que desde Urbanismo “digan que tenían previsto arriostrar el edificio”. “Suena a excusa de Cuesta para disimular su inacción, principalmente porque las competencias fueron trasladadas al departamento de Seguridad Ciudadana: Urbanismo no lleva esas funciones en la actualidad en el Ayuntamiento”.

Vox también se sumó a estas críticas. La portavoz de la formación ultraconservadora, Cristina Coto, criticó la “inacción del equipo de gobierno con respecto al casco histórico”, lo que a su juicio revela “una falta de respeto por el riquísimo conjunto histórico y patrimonial que este constituye”.

“Es bochornoso que el equipo de gobierno anuncie ahora, tras 28 meses al frente del Ayuntamiento que contratará de urgencia un estudio para diagnosticar el estado del casco viejo. Basta con que se den un paseo por él”, afirmó Cristina Coto. “Y resulta más bochornoso aun –añadió– descubrir que el edificio en ruina lleva más de dos años esperando licencia para una reforma, dado que Cuesta ya ha vitoreado en decenas de ocasiones que ha logrado terminar con el atasco del servicio de licencias”. “Si el Ayuntamiento tardó nada menos que un año en trasladar a la Consejería su informe al respecto de la licencia, esta lleva otro si resolver. Es evidente que la culpa es de ambas administraciones, por lo que nos preguntamos si Canteli va seguir dedicándole chapós a la Conseyería de su amiga Berta”.

Comienzan las labores para arriostrar el inmueble, para evitar el deterioro de la fachada

Las labores para arriostrar el edificio de San Antonio, esquina con la calle Mon, parte de cuyo alero se derrumbó esta semana, comenzaron ayer. Técnicos y arquitectos municipales resolvieron, tras un análisis del edificio, que era preferible evitar demoler el inmueble si su estructura se podía salvar, pese a que los problemas identificados llevaron a envolver el inmueble con un andamio y coserlo por dentro y por fuera, encofrándolo posteriormente. Se trata de un edificio de mediados del siglo XIX y que cuenta con una protección integral, por lo que su demolición solo parecería justificada, explican fuentes de Urbanismo, en un caso muy extremo en el que los problemas estructurales amenazaran con el colapso del inmueble inmediato. No era el caso. El desplome de parte del alero parece que tuvo más que ver con las malas condiciones en las que se encontraba ese voladizo, casi desprendido por las filtraciones de agua durante años y por la abundante vegetación que había crecido. Por otra parte, la fachada, al perder ese alero, amenazaba otros problemas de desprendimiento. Tras la inspección del miércoles y jueves, ayer comenzaron los trabajos para arriostrar el edificio, levantando un andamio a lo largo de toda la estructura. La base de cemento se colocará entre el martes y el miércoles. Por ahora, el cruce de San Antonio, Mon, Canóniga y Santa Ana permanecía ayer cerrado al público. El edificio que sufrió el derrumbe es también famoso por haber acogido en sus bajos uno de los primeros almacenes de chocolate y después la tienda de arte sacro “La Victoria”.

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