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Oviedo negocia otro plan para el Cristo tras fracasar el proyecto del Principado

La Tesorería del Ministerio, segundo mayor propietario de los terrenos del viejo HUCA, rechaza el proyecto de 2006 que apadrina el Principado

La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) acaba de dar la estocada al proyecto actual del Plan del Cristo. La crónica de una muerte anunciada ha terminado con una única alegación del órgano estatal. Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, el proyecto para renovar el viejo HUCA planeaba obtener unos rendimientos de tres millones de euros a repartir entre las administraciones participantes, lo que no convence a la parte estatal. Los escasos beneficios que presentaba la operación motivaron, primero, la espantada del Ministerio del Interior y, ahora, la salida oficial de la Tesorería, segundo mayor propietario del antiguo hospital. Sin embargo, desde el organismo estatal y, especialmente desde su dirección provincial, comulgan con el espíritu del proyecto: darle una nueva vida a un ámbito de la ciudad abandonado a su suerte desde 2014. Para ello, han iniciado los contactos con el Ayuntamiento de Oviedo, aunque, de momento, reconocen fuentes implicadas, “no hay nada cerrado”.

Tras la ruptura de las negociaciones que se estaban llevando hasta ahora, el proyecto para el viejo hospital también se ha roto en varias partes. El Principado planea recuperar sus terrenos de manera autónoma y cargando las actuaciones, que dice querer empezar “ya” –aunque sin dar fechas– a los fondos europeos. En el otro lado están el Ayuntamiento (propietario de la plaza de toros y algunos viales públicos), el Ministerio del Interior (dueño de la comisaría de Buenavista) y la Tesorería General de la Seguridad Social (que posee cerca del 30% del ámbito). La administración local y las dos estatales están en contacto para redibujar la resurrección del antiguo hospital desde una perspectiva más “pragmática”.

El rechazo de la Tesorería General al plan apadrinado por el Principado e impulsado por el tripartito radica en el plano económico. La Tesorería esgrime el valor catastral de sus terrenos (61,7 millones de euros) por los que, recuerda, viene abonando el pago del IBI al Ayuntamiento durante los últimos años y critica el planteamiento original del proyecto: “en lo que se refiere al desarrollo urbanístico, en la documentación se detallan tres fases de desarrollo sin que ninguna contemple la distribución de beneficios y cargas entre los participantes de la actuación”. En su escrito, dirigido tanto al Principado como al Consistorio, la Tesorería sentencia que resulta “decisivo” que la actuación urbanística “respete los derechos económicos que ostenta la Seguridad Social”.

El proyecto para darle nueva vida a los terrenos del antiguo HUCA dio su primer paso en 2006. Entonces, el Principado, que ya pretendía desplazar el hospital a La Cadellada, firmó un convenio con la propia Tesorería por el que se realizaría una permuta entre sus terrenos en El Cristo a cambio del Hospital Monte Naranco. La pasividad de las administraciones dejó caducar ese acuerdo. Pasaron los años, cambiaron los responsables y, a la hora de dar pasos en firme, ya nada de aquello les valía a los implicados.

En junio de 2021, cuando el Principado presentó a las partes su plan de actuación y el cronograma previsto para el viejo hospital todo terminó de desmoronarse. Las compensaciones económicas no convencían a las administraciones estatales. La Tesorería perdía unos terrenos a cambio de casi nada y solo contaba con la opción de conseguir unos locales en Buenavista que no necesita, no en vano está arreglando un edificio en la plaza de La Escandalera como nueva sede. Al Ministerio del Interior se le derribaba su cuartel, totalmente operativo según sus responsables, a cambio de una parcela en la que construir un nuevo equipamiento, que debería costear el propio Ministerio. Los rendimientos de la operación, tres millones a repartir, no serían suficientes para levantar un cuartel nuevo. Con el rechazo frontal de los ministerios al planteamiento en el que se habían invertido los últimos cinco años, se certificó la muerte del plan para redibujar Buenavista.

Ahora, cada uno trabajará por su lado. El Ministerio del Interior se abre a comenzar una nueva negociación en la que, dice, podría ceder parte de sus terrenos. El Ayuntamiento sigue a la espera para licitar el proyecto para la remodelación de la plaza de toros y mantiene contactos con la Tesorería para relanzar la reconversión de sus suelos. Esta vez con una premisa clara, antes de los dibujos deben ir las cifras y al Ministerio de la Seguridad Social hay que compensarle por lo que valen sus terrenos y edificios. Una cantidad que, en ningún caso, alcanzará los sesenta millones que le da su valor catastral. El ejemplo está en el Calatrava que, de un valor catastral fijado en los 70 millones, descendió hasta los diez con la última tasación.

La premisa, en principio y a falta de que las negociaciones avancen, será similar a la del proyecto original: obtener unos rendimientos a través de la construcción de vivienda que sirvan para costear los derribos y la urbanización de los terrenos. Aunque, esta vez, las partes se cuidarán de que alcancen a cumplir con las necesidades económicas de las administraciones. La reconversión de Buenavista, anunciada para 2022, seguirá haciéndose esperar.

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