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Las obras del centro social de Ventanielles comenzarán en otoño y costarán 3 millones

El edificio será más bajo que el actual para minimizar su impacto visual, el doble de grande y tendrá una terraza pública y un salón de actos

Por la izquierda, Alejandro Alcázar, Ignacio Cuesta, Pablo Alcázar, María Concepción Menéndez, Leticia González e Ignacio Morales, ayer, en el IES Pérez de Ayala de Ventanielles, minutos antes de la presentación. | Irma Collín

El nuevo centro social de Ventanielles tendrá el doble de superficie que el actual; un vestíbulo que conectará la plaza del Lago Enol con la calle Río Piloña y que los vecinos podrán atravesar sin tener que rodear el edificio; una terraza de uso público; un tejado ajardinado; y sus paredes exteriores serán “antigrafiteros”. A grandes rasgos ese fue el proyecto que presentaron ayer el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Nacho Cuesta, y los arquitectos Pablo y Alejandro Alcázar a los vecinos del barrio, que habían puesto como condición que el inmueble no dejara encajonados a los edificios más próximos. Por eso los arquitectos defendieron que su diseño es más amable que el edificio actual –que va a ser derribado para construir este nuevo–, será algo más bajo, estará más integrado en la zona dando, además, múltiples servicios. En ese catálogo de multiservicios figuran una oficina de empleo; una unidad de trabajo social; un espacio de coworking para las asociaciones; una biblioteca (el actual ya tiene una); y hasta un centro de formación para futuros cocineros. En esta presentación también participaron la concejala de Servicios Sociales, María Concepción Menéndez; la edil delegada de políticas sociales, Leticia González; el arquitecto asesor del consistorio Ignacio Morales; y el director municipal de infraestructuras, Ignacio Ruiz Latierro.

Aspecto actual de la plaza Lago Enol. El edificio actual de la plaza Lago Enol, que se ve en la imagen que acompaña a estas líneas, será derribado para levantar el nuevo inmueble.

Las obras de este nuevo equipamiento tendrán que empezar rápido. Rapidísimo. Porque una buena parte de los trabajos estarán financiados por los fondos europeos Edusi que obligan a que las obras estén terminadas antes de diciembre de 2023, por lo que las estimaciones de los técnicos municipales pasan por que para poder cumplir con los plazos, los trabajos tienen que ponerse en marcha este mismo otoño. El presupuesto para levantar este inmueble y equiparlo superará los tres millones de euros. Buena parte de ese dinero lo aporta Bruselas, que pondrá sobre la mesa 2,3 millones para que los vecinos de Ventanielles puedan estrenar a lo largo del año que viene su nuevo centro social.

“Se ha hecho una importante labor de coordinación entre diferentes áreas del Ayuntamiento”, aseguró Ignacio Cuesta. Esto es debido a que dentro del futuro inmueble habrá servicios municipales de lo más variopintos y que involucran a áreas como las de empleo o los servicios sociales. También resaltó que se había tenido en cuenta la opinión de los vecinos en el diseño.

Una terraza independiente. El centro social de Ventanielles contará con una terraza de 300 metros cuadrados que tendrá un acceso independientes. Podrá usarse cuando esté cerrado.

El arquitecto Pablo Alcázar fue el encargado de desgranar las interioridades del edificio. El nuevo inmueble que, como el actual, tendrá forma de “L” tendrá 2.600 metros –el doble que ahora– ganándole espacio a los soportales. De hecho, uno de los laterales será más bajo que el inmueble actual para evitar “encajonar” a los vecinos. A esa superficie total hay que sumar una terraza de 300 metros. “El objetivo era salvar el frontal de los edificios más cercanos, incluso la cubierta será vegetal”, destaco Alejandro Alcázar. A lo que Pablo Alcázar agrega: “Queríamos que fuera un edificio amable, que no te asuste al entrar”. Por eso han diseñado un vestíbulo que pueden atravesar libremente los habitantes del barrio. Pero no solo será una zona de paso. Albergará también un área de atención ciudadana para, entre otras cuestiones, ayudar a los usuarios con trámites burocráticos. “No será solo un centro social, tendrá un salón de actos para 240 personas que puede ampliarse, un centro de empleo y un taller de cocina”, destacó Pablo Alcázar.

Una biblioteca con vistas. La nueva biblioteca se ubicará en el primer piso del inmueble y será una de las zonas con más luz.

Como curiosidad, las paredes serán “antigrafiteros”. De ladrillo, que no impide que se hagan dibujos, pero sí que queden artísticos. “Lo que queremos es que sea versátil y que no se quede atrasado porque no se contempló un determinado uso”, apuntó Pablo Alcázar.

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