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Boom inmobiliario en Oviedo: se venden nueve pisos al día, como antes de la crisis

“Con la crisis que se prevé tememos que pueda haber un frenazo”, advierten los profesionales del sector

Las inmobiliarias ovetenses vendieron durante los primeros tres meses del año nueve viviendas al día. Unos números inéditos desde hace doce años, desde 2010, cuando el ladrillo comenzaba a tambalearse, antes del derrumbe que causó una importante fractura en la actividad y en el empleo. Ahora, con el fin de la crisis ligada al coronavirus, las ventas de pisos están subiendo de nuevo como la espuma. “Se está vendiendo mucho”, reconoce el presidente del Colegio de Agentes Inmobiliarios de Asturias (COAPI), Antonio Vega. Aunque prefiere ser cauteloso: “Con la crisis que se prevé tememos que pueda haber un frenazo”.

Entrando más en materia, el ministerio de Transportes y Movilidad Urbana (en el que está integrado el departamento de Vivienda) publicó esta semana la estadística de venta de pisos que refleja el buen momento por el que está atravesando el sector inmobiliario en la capital asturiana. Solo en el primer trimestre del año se vendieron en el municipio 835 viviendas. Casi doscientas más que hace justo un año y cuatrocientas más que hace dos cuando aún persistían algunas restricciones ligadas con la pandemia. Hay que remontarse bastante atrás en las estadísticas para encontrar un número similar. Tan lejos como el cuarto trimestre de 2010 –hace más de una década– cuando se vendieron 1.196 viviendas en solo tres meses. Pero incluso esa cifra tiene truco, porque el trimestre anterior se había vendido solo 334, con lo que el subidón pudo tratarse de un “efecto estadístico” debido a algún cambio legislativo.

Pero, de momento, el sector inmobiliario ovetense está viviendo un momento dulce. Dulcísimo. “La gente se lanzó a comprar, se están escriturando muchas viviendas últimamente, veremos si es algo que va a continuar o ahora se para”, resalta Vega. Da a entender el líder del colegio de agentes inmobiliarios que la racha de ventas se ha incrementado más allá del primer trimestre del año.

En el caso particular de Oviedo, Vega apunta que lo que más se vende, “con mucha diferencia”, son las viviendas de segunda mano. Las usadas. Ocurre por varias razones. Una es que la oferta de este tipo de pisos es muchísimo más amplia que la de los nuevos y también que son más baratas. Más asequibles. Y eso que, según Vega, los promotores y constructores –pese al alza generalizada de los materiales– no se están subiendo a la parra con los precios que les ponen a los pisos a estrenar. “Muchos están decidiendo asumir los costes y no repercutirlos a los clientes finales”, asegura Vega. En esas reflexiones coinciden las inmobiliarias que aseguran que los precios andan con el freno de mano echado. Lo prioritario ahora es vender.

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