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El protocolo de La Vega echará a andar en enero con la firma de un convenio urbanístico

Ministerio de Defensa, Ayuntamiento y Principado quieren dejar atada la operación antes de que comience la campaña electoral

Seis meses. Ese es el plazo máximo que Ministerio de Defensa, Ayuntamiento de Oviedo y Principado de Asturias se han dado para que el protocolo que se firma hoy al mediodía en Madrid se convierta en un convenio y deje atada, de esta forma, la operación urbanística para convertir la fábrica de armas de La Vega en una nueva ciudad con grandes zonas verdes, recintos culturales singulares, viviendas y un parque tecnológico empresarial, tal como desveló ayer en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA.

El medio año viene reflejado en el propio protocolo pero es, también, un acuerdo al que han llegado las tres partes implicadas para que la gran operación de La Vega no quede en papel mojado y se haya convertido ya en una obligación para las tres administraciones antes de las turbulencias que puede traer el calendario electoral del año que viene.

A partir de la firma de hoy en Madrid, en un acto presidido por la ministra Margarita Robles, las administraciones involucradas en la operación, en especial el ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Oviedo, tendrán que empezar a trabajar a marchas forzadas en la redacción de un convenio que descienda a los detalles de las obligaciones que corresponden a todas las partes este acuerdo, calcule los aprovechamientos urbanísticos que corresponden a cada cual y dé el visto bueno jurídico a los procedimientos por parte de los distintos departamentos de las áreas afectadas.

Fuentes conocedoras de la negociación explican que el organigrama interno del ministerio de Defensa hace más complejo la elaboración del convenio. En el caso del Ayuntamiento, también tendrán que intervenir más áreas que las afectadas por la firma del protocolo, que ha exigido una acuerdo de Junta de Gobierno que, a su vez, viene con el aval de un informe técnico que firma el Director General de Urbanismo, Jorge Mier.

Pero al mismo tiempo que Defensa, Ayuntamiento y, en menor medida, Principado se preparan para la redacción del convenio, la administración local tendrá que empezar a dar una serie de pasos que despejen otros problemas para llegar a la firma en la fecha indicada, entre enero y febrero del próximo año.

Por una parte, Oviedo tendrá que contratar con urgencia unos sondeos arqueológicos en la parcela que confirmen la viabilidad de la operación. Aunque no se esperan problemas, y no los hubo con la construcción de la autopista en su día, la historiografía local sitúa en esta zona un conjunto palatino vinculado a San Julián de los Prados.

Además de despejar el horizonte en lo referente a posibles hallazgos patrimoniales, Oviedo tendrá que ponerse a definir en detalle los aprovechamientos que recibe y su valoración frente a la edificabilidad de 100.000 metros cuadrados con que Defensa financia la operación. Del resultado de esas actuaciones, ya que cada una de las naves y los suelos que quedan en manos municipales pueden tener también sus propia edificabilidad o distintos tipos de usos –salvo los residenciales, que el protocolo reserva para el Ministerio– saldrán también las compensaciones que, de haberlas, tendrá que abonar el Ayuntamiento de Oviedo a Defensa.

Esos pagos, y también la cantidad que el Principado abonará para quedarse con la nave de cañones de Sánchez del Río, tendrán que ser calculados cuanto antes, ya que tendrán que abonarse con la firma del convenio y, por tanto, deberán tenerse en cuenta para que consten en la previsión presupuestaria de las cuentas de la administración local y regional del año que viene.

Si las tres partes hacen sus deberes y no hay problemas, según el protocolo que se firma hoy, el 22 de enero de 2023 se debería rubricar el convenio. Pero para que La Vega se convierta en otra cosa, todavía quedará un buen trecho. El Ayuntamiento tendrá que poner en marcha en ese momento una herramienta urbanística para ordenar todo ese cambio. Aunque existe la opción de una modificación parcial del Plan General de Ordenación (PGO) o de incluir la operación en la revisión del PGO que está ahora realizándose, lo más probable es que el área de Urbanismo que dirige el concejal Nacho Cuesta opte por la elaboración de un Plan Especial. Fuentes municipales calculan que la redacción de este documento y su tramitación llevará, al menos, un año hasta que se pueda empezar a trabajar en dar forma a la nueva Vega.

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