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Los conciertos de San Mateo: "Los Secretos" y "Hombres G" reviven sus clásicos en el recinto de La Ería

Las dos formaciones ponen a cantar a 7.000 personas y enganchan a los adolescentes con sus clásicos

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EN IMÁGENES: "Hombres G" y "Los Secretos" reviven sus clásicos de los 80 en San Mateo Luisma Murias

A las 20.30 horas de la noche Álvaro Urquijo cantaba "Su casa bordeando la autopista", el primer verso de "Buena chica" y cerca de 7.000 personas comenzaban a corear. No lo dejaron de hacer en toda la noche. No había trampa ni cartón, el único truco son buenas canciones y buenos músicos, y así pueden pasar 40 años y "Los Secretos" y "Hombres G" siguen llenando recintos de pago y llevando a la gente al delirio de la música en directo. Cuando sonó "Voy a pasármelo bien", la primera de las 23 canciones de David Summers y los suyos ya no había vuelta a atrás. Aquello era un no parar. Al cierre de esta edición no habían sonado aún "Venezia" ni "Sufre mamón", las dos últimas del repertorio pero sí un puñado de grandes éxitos como "Chicas cocodrilo", "Un par de palabras" o "Lo noto". Si en el 87 les echaron de la Catedral a los 9 minutos, ayer muchos habría deseado que la cosa siguiese durante horas.

"Los Secretos" no tenían tantos conciertos desde 1981, cuando grabaron "Déjame", precisamente la canción con la que cerraron ayer su sesión en La Ería dentro de uno de los grandes conciertos de San Mateo.

Público asistente, ayer, a los conciertos –arriba– y «Los Secretos». | Luisma Murias

Lo más sorprendente de la noche fue el público. Los hijos de los hijos del "Baby boom", se sumaron a la euforia de sus padres. Familias enteras y grupos de adolescentes para escuchar clásicos de los 80, uno de esos repertorios que se quedan en la memoria.

El de ayer fue uno de esos conciertos en los que aunque toquen dos grupos no hay teloneros. Cierto que "Hombres G" puede que atrajesen más fans, pero no menos cierto que esos mismos cantaron a voz en grito "Déjame" , "Sobre un vidrio mojado", o "No me imagino", esa canción por la que a la banda de los hermanos Urquijo los echaron de la discográfica en 1983 porque "olía a vaca". "En la discográfica nos dijeron que no teníamos futuro, que no teníamos talento, se equivocaban", explicó ayer Álvaro Urquijo desde el escenario. El público, entre el que se pudo ver al entrenador del Oviedo, Jon Pérez Bolo, aplaudió, como también lo hizo con el inevitable recuerdo a su hermano Enrique.

Delirio ochentero en La Ería

Fue una noche de mucho más que "remember", fue una noche de escuchar a dos bandas que llevan años en el escenario y que s hace 40 años lo hacían bien, ahora lo hacen mejor. Las letras y las melodías eran buenas de aquellas pero con el tiempo han aprendido a tocar mucho mejor.

Si el sábado pasado la música disco de los 90 llenó La Ería, ayer lo hizo la de los 80. Y llenaron la taquilla y las ilusiones.

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