El Ayuntamiento, condenado otra vez por la obra de la Escuela de Adultos del Fontán

El juez manda que se pague la certificación a la empresa y cuestiona la capacidad del servicio municipal

La escuela, durante las obras.

La escuela, durante las obras. / Ch. Neira

Chus Neira

Chus Neira

Juan Cabero lleva tres pleitos ganados al Ayuntamiento. No sin cierto pesar, admite, porque "todo esto se podría haber evitado". La obra de reforma de la cubierta de la Escuela de Adultos del Fontán acaba de pasar por tercera vez por los tribunales y el juez ha vuelto a dar la razón a la empresa que ejecutó los trabajos. Esta vez le reconoce el derecho a que se le abone la certificación final, 80.312,39 euros e impone las costas al municipio.

Sumando los tres pleitos por los parones que sufrió la obra, durante el covid, y los problemas que causó a la empresa, el precio del arreglo de la cubierta del centro educativo se ha disparado hasta los 475.000 euros, un 52% más de lo previsto inicialmente.

Una cifra que todavía podría verse incrementada, porque Juan Cabero, el dueño de la empresa, explica que entregaron la obra sin luminarias por la mala gestión del Ayuntamiento y que ahora tendrán que hacer otro contrato para desmontar el falso techo y volver a colocar las luces, cuando lo normal hubiera sido ejecutarlo todo al mismo tiempo.

Cabero culpa de todos estos problemas y sobrecostes finales a la mala gestión que el servicio municipal ha hecho de la gestión del contrato, y ahora ha visto sus quejas refrendadas por la sentencia del juez Miguel Ángel Carbajo. En este último pleito la cuestión estaba en la certificación de la obra. Ante la disparidad de criterios, el Ayuntamiento llegó a plantear la posibilidad de realizar un contrato menor para que otra empresa certificara los trabajos, algo que indignó al magistrado.

"Resulta sorprendente en el expediente la actuación del coordinador de edificios", dice la nueva sentencia, "que muestra discrepancias con las mediciones que hace la dirección de obra, cuestionando la aprobación de la certificación y solicitando una nueva, llegando a la extravagancia de expresar que sería necesaria una asistencia técnica para una adecuada medición de la obra, lo que parece poner en duda la propia capacitación de los servicios municipales para llevar a cabo el adecuado control de la ejecución del contrato", concluye el magistrado en este nuevo pleito.