La gran promesa asturiana contra el ictus: el joven empresario ovetense elegido por Forbes

Gonzalo Ladreda, fundador de una compañía biotecnológica, escogido como uno de los jóvenes empresarios a seguir

Gonzalo Ladreda.

Gonzalo Ladreda. / José Luis Salinas

José Luis Salinas

José Luis Salinas

Cuando el ovetense Gonzalo Ladreda tenía solo 21 años fundó su primera empresa. "No fue un éxito, pero aprendí mucho", asegura. Siete años después, el emprendedor ha entrado en la lista de la prestigiosa revista económica "Forbes" como uno de los empresarios más prometedores con menos de 30 años, es lo que se conoce como "los 30 de menos de 30". Ahora es el presidente de una compañía llamada Pockit Diagnostics asentada en la localidad inglesa de Cambridge y que ha creado un test rápido de sangre para el diagnóstico del ictus sin necesidad de pasar por un escáner, como hasta ahora. Un sistema que en breve estará disponible en todas las ambulancias del archipiélago británico.

Fue su hermano, el también ovetense Marcos Ladreda, biólogo por la Universidad de Oviedo, el que le metió en el proyecto. Fue Marcos quien ideó este sistema de diagnosis y quien convenció a Gonzalo de que pusiera rumbo a Reino Unido. "Me llamó porque quería ponerse por libre y montar su propia empresa", explica. Y se lanzó. Lo hizo sin acabar el grado en comercio y marketing en la Universidad de Oviedo: "La dejé aparcada".

La idea comenzó a madurar poco a poco como una empresa biotecnológica. "Nos pusimos a ver lo que queríamos hacer y no había nadie que hubiera hecho tests para detectar el ictus", explica. Y comenzaron a investigar. De la parte del I+D se encargó su hermano Marcos Ladreda junto con el italiano Edoardo Gaude, doctor por la Universidad de Cambridge. La tarea de Gonzalo Ladreda fue buscar financiación para el proyecto –logró captar más de 3,5 millones de euros– y encargarse de la gestión del personal.

De aquel embrión fue creciendo poco a poco una empresa que ahora tiene siete empleados –aunque el ovetense anuncia su intención de ampliar plantilla de forma importante en los próximos meses– y que está asentada en Cambridge, donde tienen los laboratorios y una oficina comercial. Los primeros años, como es propio de cualquier compañía biotecnológica, fueron de maduración. Lenta. Dedicados casi en exclusiva a la investigación y desarrollo de su biomarcador para detectar los ictus de manera poco invasiva.

La primera ronda de financiación la captaron del propio Gobierno inglés, que les aportó un millón de euros para el desarrollo de su invento. "De aquella éramos una empresa pequeñita y lo conseguimos gracias a que nos juntamos con la persona más influyente en la investigación contra el cáncer, Christopher Price", asegura. Luego fue la Universidad de Cambridge la que aportó más capital para poder lanzar su iniciativa; más algunos inversores privados. Fue a comienzos de 2021 cuando publicaron la investigación científica en la que validaban que el biomarcador sobre el que se sostenía su empresa tenía sentido. Era viable. A partir de ahí comenzaron las llamadas de otras empresas y de más inversores y la compañía despegó definitivamente. Y este 2023 llegó lo de "Forbes" casi por casualidad. "Alguien –no sabemos quién fue– nos presentó", cuenta. "Luego tuve que pasar un examen como de tres horas de duración en el que había un montón de preguntas sobre cuestiones relacionadas con la financiación". Ladreda entró en la lista en la categoría de ciencia y cuidado de la salud y el jurado valoró muy positivamente la financiación que había conseguido la empresa durante estos pocos años de vida, así como el impacto que sus productos e investigaciones pueden tener para la sociedad en un futuro no muy lejano.

Aunque se han establecido en Cambridge, los hermanos Ladreda no pierden de vista su Asturias natal y albergan la intención, cuando la compañía crezca más, de tener algún guiño con la región, donde, además, se está apostando con fuerza por el sector biotecnológico. "Ahora estamos con la primera parte del plan de negocio, pero la tierra tira y en la región hay un gran acceso a capital humano", asegura.

La gran promesa asturiana contra el ictus

La gran promesa asturiana contra el ictus / José Luis Salinas

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  1. La empresa. Gonzalo Ladreda fundó la compañía Pockit Diagnostics en 2017 junto a su hermano Marcos Ladreda y el doctor en biotecnología Edoardo Gaude en la localidad inglesa de Cambridge. Los primeros años los dedicaron a investigar un biomarcador para detectar de forma temprana casos de ictus.
  2. La lista «Forbes». El jurado de «Forbes» valoró positivamente la financiación que había logrado la compañía en los últimos años, 3,5 millones, y el enorme impacto social de su proyecto.

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