El plan para la Fábrica de Gas de Oviedo: una nave salvada, un parking y más detalles

Los primeros bocetos de la parcela entre Postigo y Paraíso incluyen un parking, un volumen anexo al gasómetro y un juego de rampas y escaleras

El diseño de Mangado para la Fábrica de Gas salva la nave de la Popular Ovetense

El diseño de Mangado para la Fábrica de Gas salva la nave de la Popular Ovetense

Chus Neira

Chus Neira

El arquitecto navarro Patxi Mangado está empezando a bosquejar su visión de la nueva Fábrica de Gas, el conglomerado industrial enclavado en el casco viejo de Oviedo, cuyo rediseño le ha encomendado el fondo de inversión Ginkgo, propietario de los terrenos tras una operación de compra a la eléctrica EdP, hace ya seis meses. En esos primeros bocetos, además de la pasarela elevada que recorre gran parte del ámbito y salta sobre la muralla para conectar toda la zona con la ciudad intramuros, un proyecto que el alcalde Alfredo Canteli dio a conocer esta semana, se pueden ver confirmadas algunas ideas que ya llevaban tiempo circulando, como la conservación íntegra de la Popular Ovetense, la inclusión de un aparcamiento subterráneo o la necesidad de cerrar el gasómetro y construir en su interior, aunque aumentando su edificabilidad con un volumen anexo.

Así parece que lo plantea en un primer boceto al que ha podido tener acceso este periódico y en el que destaca un gran espacio libre de uso público, dominado por las zonas verdes y donde Mangado ha tratado de despejar y dar una nueva lectura, más ligera, a los elementos industriales que se conservaban y gozaban de protección.

Respecto a la nave de la Popular Ovetense, el lugar al que por primera vez en la historia local llegó la energía eléctrica, en el cambio del siglo XIX al XX, Mangado parece que ha recogido el guante del equipo de gobierno, que ya había planteado, en las primeras polémicas por el inicio de las demoliciones en el ámbito, la posibilidad de salvar la nave al completo y hacerla crecer con un nuevo volumen en su interior. Esa recuperación con un volumen cúbico es lo que parece que Mangado está planteando en ese espacio que, sin embargo, no parece pensado, inicialmente, para usos dotacionales, sino para sumarse a los edificios residenciales. Es, en realidad, lo mismo que marca el plan especial vigente, obra del arquitecto César Portela para EdP, pero en aquel documento, que acabaría siendo muy criticado a la larga por los sectores más proteccionistas del patrimonio industrial, solo se mantenía la fachada del edificio, que quedaba integrada dentro de un nuevo volumen. La visión que Mangado hace de la nave apunta a cierto incremento de la edificabilidad, pero manteniendo toda la fisonomía original de la edificación.

Un ámbito complejo

Una de las primeras preocupaciones de Patxi Mangado, tal y como desveló a LA NUEVA ESPAÑA en su primera entrevista tras la operación de compra de Ginkgo a EdP y al conocerse que él sería el encargado de renovar el diseño de la fábrica, era la complejidad de las cotas del terreno, en pendiente y con espacio muy abigarrado, lleno de elementos y naves crecidas según las necesidades de producción y no conforme a necesidades urbanísticas. Para resolver las pendientes que ofrece la Fábrica de Gas y el poco espacio, el ámbito que se plantea ahora incorpora parte de los terrenos de la parcela anexa en la calle Paraíso y también diseña unos nuevos intinerarios peatonales gracias a rampas escaleras y juegos de niveles que van perfilando nuevas plazas.

En todo ese conglomerado, la pieza central de la marquesina de Sánchez del Río, un elemento muy contaminado y totalmente arruinado según las inspecciones de Ginkgo, ha desaparecido. En su lugar, junto a la recuperación de algunos elementos de la fábrica (chimenea, depósito elevado, escalera helicoidal) aparecen nuevas y grandes zonas verdes.

Por último, junto a los cuatro bloques de viviendas propuestos, destacan las primeras soluciones esbozadas para el gasómetro. Mangado, tal y como había avanzado en sus primeras declaraciones, quiere darle edificabilidad a la estructura metálica, cerrándola y construyendo en su interior, y para aumentar ligeramente las posibilidades que podría ofrecer añade un elemento más, en forma de torre, que parece conectarse al gasómetro a través de unas galerías. Un juego de alturas que recuerda al de la pasarela volada hacia el Antiguo.

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