Los lunes al cole: El colegio Pablo Miaja canta con una sola voz

En el centro, que prepara la celebración en unos meses de sus 90 años de existencia, se creó un coro que dedica los recreos a ensayar | Con alumnos de cuatro continentes, el 98% utiliza el servicio de comedor

Estudiantes del colegio Pablo Miaja. | Irma Collín

Estudiantes del colegio Pablo Miaja. | Irma Collín / E. Peláez

En el colegio "Pablo Miaja", que en unos meses cumplirá ya 90 años, las voces suenan al unísono. El coro, integrado por alrededor de 25 alumnos, empezó los ensayos en este curso. La afición de los miembros de la agrupación musical es tal que "dedican dos recreos a la semana a prepararse", afirma Lucía García Muñiz, jefa de estudios y directora en funciones del centro. Durante media hora, el primer y el último día de la semana lectiva, el lunes y el viernes, en el colegio la música es la protagonista.

"Les intento transmitir la importancia de la música, ya que la necesitamos para muchas cosas", comenta Raquel Rodríguez Robles, profesora de la asignatura en todos los cursos, que lleva la batuta en el coro escolar. Una agrupación musical que surgió hace pocos meses con el objetivo de seguir más allá de este curso además de profundizar fuera del horario fijado para la materia. Los estudiantes que se han apuntado a esta actividad dedican "muy contentos" parte de su tiempo de recreo a compartirlo con sus compañeros cantando, asevera Rodríguez.

El colegio Pablo Miaja canta con una sola voz

El coro del centro, dirigido por Raquel Rodríguez. / E. Peláez

Y el coro ya ha hecho las primeras actuaciones. Con la música también han salido a la calle los estudiantes de Primaria, que en el entorno del recinto escolar ofrecieron un concierto con xilófonos, flautas, ukeleles, entre otros instrumentos, y bailaron. El colegio, ubicado entre la calle General Elorza y Llano Ponte, luce con orgullo en su fachada tanto la fecha de su construcción, 1934, como que fue inicialmente el Grupo escolar del cuarto distrito. En este curso que está a punto de terminar, acuden a clase en el centro 150 estudiantes de Infantil y Primaria. Con diez unidades, tiene 24 profesores.

El colegio Pablo Miaja canta con una sola voz

Lucía García, directora en funciones del centro, con el alumno Pedro Augusto Nunes. / E. Peláez

Prácticamente todos los alumnos hacen uso del servicio de comedor del colegio Pablo Miaja. "Lo utilizan alrededor del 98% de los estudiantes", indica Lucía García. Al centro acuden alumnos de familias nacidas en cuatro continentes y de 32 nacionalidades diferentes, de Guinea Ecuatorial a Honduras y de República Dominicana a Brasil. "Tenemos una gran riqueza cultural", señala la directora del centro, en el que "el 88% de las familias de los alumnos no tienen el castellano como lengua materna".

El colegio Pablo Miaja canta con una sola voz

Niños que cursan tercero, con sus tablets. / E. Peláez

Los estudiantes se manejan con soltura con la aplicación Matific, que les permite aprender matemáticas con juegos y nuevas tecnologías. Está instalado en las tablets que usan todos los estudiantes del centro, desde Infantil a sexto de Primaria. "Ha sido una buena experiencia y pretendemos seguir con este proyecto el curso que viene", indica la directora del Pablo Miaja.

Ana Sofía Iguavita y Lehbib Aali hacen ejercicios en la tablet en la clase de tercer curso. "Hacemos muchas operaciones. Nos gusta", afirman los dos alumnos, en un aula donde asisten a clases juntos estudiantes de Guatemala, Colombia, Cuba o Argelia. Esta forma de aprender matemáticas "con juegos y nuevas tecnologías es muy motivadora para ellos", destaca el profesor Vicente Álvarez.

El colegio Pablo Miaja canta con una sola voz

Estudiantes junto a la reproducción de una obra de Joan Miró hecha con materiales reciclados. / E. Peláez

En sexto curso, los estudiantes están enfrascados en una tertulia dialógica, en la que analizan y expresan sus pareceres sobre el libro "El monstruo del sótano". También participan en acertijos que les pone su profesor, Fernando Toimil, a través del blog del aula. "Les gustan mucho y los resuelven muy rápido", dice el docente, que afirma que intenta incorporar siempre matemáticas e inglés. "Estimula su pensamiento", añade.

Finalizada la tertulia dialógica es momento de las ciencias y los alumnos se centran en varios experimentos. Los estudiantes han trabajado durante el curso en un proyecto con Amigos del Museo de Bellas Artes de Asturias, en el que han reproducido una de las obras de la pinacoteca pública. "Hemos elegido a Joan Miró", manifiesta Lucía García. Con materiales reciclados han plasmado en un lienzo su particular visión de la obra "La gran vendedora de ostras".

El colegio Pablo Miaja canta con una sola voz

La profesora María José Díaz. / E. Peláez

"La paz comienza con una sonrisa" es el mensaje que los niños y los profesores se encuentran cada mañana cuando llegan al centro, al dirigirse hacia la escalera. Ese camino lo realiza desde hace 16 años, cada día, la logopeda María José Díaz González. Es la más veterana del colegio, del que fue directora tres años.

Se puso al frente del centro en el curso en el que la pandemia vació las aulas y provocó que se tuviese que poner en marcha un dispositivo para que los niños estudiasen en casa. "Fue muy difícil, aunque visto con el tiempo fue una experiencia muy gratificante", asegura la docente, que destaca que también hizo que se pusiese el énfasis en la necesidad de contar con recursos tecnológicos. "Ya podría jubilarme, pero estoy pensándomelo", dice María José Díaz, que remarca "la multiculturalidad del centro, la convivencia enriquecedora entre varias culturas y el respeto a las costumbres tan diferentes".

El colegio Pablo Miaja canta con una sola voz

Alumnos de sexto durante una tertulia dialógica. / E. Peláez

El colegio se adhirió al proyecto de la red de Escuelas sin racismo, escuelas para la paz y el desarrollo, de la Asamblea de Cooperación por la Paz. "Se busca sensibilizar a los niños en el respeto y la aceptación de diferencias", indica Carmen González, que ejerce como orientadora.

El centro lleva el nombre de Pablo Miaja, maestro que dirigió la expedición de los "niños de la guerra" a Rusia, con salida de El Musel en 1937. Seguidor de la Institución Libre de Enseñanza y maestro vocacional, promovió la apertura de colegio, en 1934. Y aunque el colegio pasó a tener otro nombre, el del escritor Menéndez Pelayo, hace más de diez años que ha recuperado el original, de Pablo Miaja. En unos meses cumplirá 90 años y en el centro se piensa ya en la celebración.

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