Lo último en Praga se ve en La Vega

La capital checa es el espacio común de cuatro jóvenes artistas con sorprendentes y muy diversas propuestas creativas

Matej Hrbek, Alessandra Svatek y, de pie, Eduardo Lara, durante el encuentro con el público en La Vega. | SPAO

Matej Hrbek, Alessandra Svatek y, de pie, Eduardo Lara, durante el encuentro con el público en La Vega. | SPAO / Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Alessandra Svatek, Matej Hrbek y Vojta Jezek viven y trabajan en Praga, Anej Nuhanovica se formó allí. Sus orígenes, sus andanzas y sus vivencias son muy dispares, y también su forma de expresarse a través del arte. Alessandra Svatek nació en Alemania, adonde sus padres emigraron, y vivió en Italia; Matej Hrbek es checo, como Vojta Jezek, y trabajó una temporada en Brasil, y Anej Nuhanovic es natural de Sarajevo, de donde salió huyendo de la guerra con su familia. Praga es un lugar común a todos ellos y, por unos días, también Oviedo. Aquí, en la III Semana Profesional del Arte, que organiza la Fundación Municipal de Cultura y que en su tercera edición patrocina LA NUEVA ESPAÑA, Svatek, Hrbek, Jezek y Nuhanovic han encontrado un espacio que estimula su creatividad.

Matej Hrbek tuvo oportunidad de familiarizarse con el recinto industrial de La Vega en 2022, cuando viajó como ayudante del mexicano Eduardo Lara, que también reside en Praga y que fue uno de los artistas invitados de la segunda edición de la Semana del Arte. "El espacio es interesante y al mismo tiempo un desafío", reconocía ayer Hrbek. Pensando en ello creó su "Temple of the Elements", con sus dibujos y sus referencias místicas personales: fuerzas de la naturaleza, radiaciones, guardianes y personajes fantásticos.

Alessandra Svatek trabaja sobre la mirada. Su obra, titulada "Un carroñero en los campos de la verdad", es producto de la observación. Indaga sobre la verdad, la opinión y la interpretación de la realidad. Los objetos que muestra estos días en La Vega son resultado de "los daños colaterales" de esa investigación. Recurre a materiales traslúcidos, reflectantes y aprovecha los recursos que le brinda la antigua fábrica, el polvo y la suciedad. "Mi obra requiere la participación del espectador, el público debe ser activo. Es lo mismo que sucede en la realidad, hay que moverse para descubrir cosas, hay quien pasa de largo y no ve nada", explica la artista.

Vojta Jezek trabaja con el vídeo y en Oviedo su obra va adquiriendo cuerpo y transformándose a medida que transcurren los días. Es una pieza "en proceso". Dispone de una caja y debe llenarla de contenido. Pide a la gente y a los artistas que entren en su interior y crea un espacio virtual para ellos o sintetiza las imágenes que toma de otras obras de La Vega, de flores, de paisajes, de una excursión que él mismo hizo a Covadonga uno de estos días. Jezek compara la forma en la que su pieza va cambiando con la propia fábrica, que percibe como "una jungla" en la que la naturaleza se adueña de un espacio abandonado. Cuenta que le recuerda la ciudad de Kladno, de la que él proviene, que también cuenta con un recinto industrial abandonado.

Svatek y Hrbek mantuvieron ayer un encuentro con el público que se acercó hasta La Vega, al que explicaron estas y otras cosas. Su compañero Anej Nuhanovic dejó antes Oviedo. Sus "War Crochnicles", que hablan de las inquietudes de un refugiado con el formato de los libros de horas medievales, se exponen en la sede del Colegio de Abogados.

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