El increíble hallazgo en una obra a 50 metros de la muralla medieval de Oviedo

El Ayuntamiento ha comunicado el suceso al Principado y ha contratado ya a una arqueóloga para que lo documente

El aspecto de los restos, el miércoles al mediodía.

El aspecto de los restos, el miércoles al mediodía. / Miki López

Chus Neira

Chus Neira

La reparación de un socavón a la altura del número siete de la calle Padre Suárez, entre el Campillín y Postigo Alto, acaba de dejar al descubierto los restos de lo que parece una antigua canalización de agua, una estructura de mampostería en la que se aprecia un arco de medio punto y los restos de unos muros laterales anexos. El Ayuntamiento ha comunicado ya el hallazgo al Principado y ha contratado a una arqueóloga que hoy comenzará a realizar sobre el terreno el informe correspondiente para trasladarlo a la Dirección de Cultura.

Nadie se atreve a aportar de momento ninguna certeza sobre la tipología de la estructura ni a dar pistas sobre una posible datación, aunque según fuentes municipales aparentemente parece una canalización de agua o un pontón y no sería raro que una construcción de este tipo correspondiese a los siglos XVI o XVII.

Llama la atención que, dada su ubicación, no estuviese documentada. De hecho la tubería que se reparó atraviesa el vano del arco de medio punto de la estructura hasta conectar con el colector, en medio de la calle. Por tanto, cabe suponer también que en la construcción de estas infraestructuras estos restos ya habrían salido a la luz aunque habrían vuelto a quedar ocultos. Algo parecido estuvo a punto de suceder esta vez. Las obras que acometió el Ayuntamiento se pusieron en marcha a finales del pasado mes de julio al descubrir un socavón en la calle. La inspección de las tuberías indicó que la acometida de saneamiento del número 7 había cedido y esas humedades habían provocado el hundimiento del terreno. Se excavó para reparar la tubería (que penetra por ese arco de medio punto) y una vez solucionadas las filtraciones empezó a rellenarse el agujero. El ingeniero de aguas municipal dio la voz de alarma al ver el aspecto de la estructura que había quedado al descubierto y esta mañana se avisó al Principado, que envió a sus técnicos a realizar una primera inspección ocular.

Ahora el Ayuntamiento ha comunicado oficialmente el hallazgo arqueológico y ha contratado una arqueóloga que comenzará a trabajar hoy para documentar la estructura. Para esta tarea probablemente se vuelva a excavar para dejar los restos los más al descubierto posible. Por otra parte, el resto de lo que parece un muro lateral podría dar alas a la hipótesis de que fuera una de las muchas fuentes que hubo en Oviedo y en especial en esta zona.

Aparecen restos de una antigua canalización de agua a cincuenta metros de la muralla medieval

Los restos hallados en Padre Suárez. / Chus Neira

Había fuentes en Santo Domingo, hay constancia de la fuente de la Capitana, hoy desaparecida, en el otro extremo del Campillín, al final de la calle Magdalena, la Fuente de Prado y la fuente de Regla, una finca vinculada a una zona fértil y húmeda, un "cellero", documentada ya en el siglo XII, también cerca del lugar donde han aparecido estos restos. Tolivar Faes, en su "Nombres y cosas de las calles de Oviedo" cita al hablar de Regla un documento de 1672 donde se habla de "la puerta de la cerca que llaman del Postigo, y camino de a pie que conduce a la fuente de Regla y arrabal de Otero". Añade Tolivar Faes que "la fuente y parte de las aguas residuales de la ciudad harían de Regla un lugar húmedo y fértil que explicaría su califcaición de cellero".

Por otra parte, los vecinos comentan distintas hipótesis. En las reuniones de la comunidad de las casas anexas, explicaba una vecina de Padre Suárez, se ha repetido varias veces que estos edificios habían sido construidos sobre una antigua fuente. De forma más precisa, otro vecino identificó el arco de medio punto como un acceso por el que, de niño, ellos jugaban y pasaban a una chatarrería que había en la esquina con el callejón de Carta-Puebla. En realidad no se trataría de una chatarrería sino de un taller de forja, una pequeña caseta que conducía a un sótano, que estuvo ubicado en esa esquina hasta que se construyó el edificio que hoy se extiende tanto por Padre-Suárez como por el empedrado de Carta-Puebla.

Suscríbete para seguir leyendo