Aspace se ilusiona con la primera piedra de "un centro puntero en Oviedo para un futuro sin barreras"

La asociación brinda en un emotivo acto por la construcción de su nuevo pabellón en Latores: "Lo difícil lo hacemos todos los días. Los milagros tardan un poco más"

Víctor Delgado

La Asociación de Ayuda a Personas con Parálisis Cerebral (Aspace) vivió este lunes una jornada muy especial. En un acto donde a muchos les costó contener las lágrimas, se puso la primera piedra de un nuevo pabellón de dos plantas en Latores, que esperan convertir en "un centro puntero en bienestar para un futuro sin barreras", que facilite la vida de las personas con discapacidad. El presidente de Aspace, José Manuel Álvarez, manifestó su ilusión en el proyecto, que responde a la idea de adelantarse a las necesidades de un colectivo que aumenta conforme lo hace la esperanza de vida en España.

Además del presidente de la asociación, asistieron al acto la consejera de Derechos Sociales y Bienestar del Principado, Melania Álvarez y la concejala ovetense de Políticas Sociales, María Velasco. También participó el empresario filántropo asturmexicano, Carlos Casanueva, que financiará el centro mediante el premio "Ana Casanueva", otorgado a Aspace en 2019. El empresario destacó que su esposa, fallecida hace siete años y que dará nombre al pabellón, siempre le pedía que ayudase a Asturias y a su gente. "Viejito, no seas rácano", le decía. Casanueva, para el que Aspace ya tiene "un hueco en su corazón", anunció una nueva donación de 10.000 euros al colectivo.

El edificio será ejecutado en dos fases. Primero se construirá la planta baja, con siete talleres, un invernadero, espacios para hacer deporte y un lugar para esperar el autobús. Y después, el primer piso, que albergará una terraza y una residencia de 15 plazas para mayores. El presupuesto total es de 800.000 euros, aunque optan a financiarse parcialmente por fondos europeos. La consejera Melania Álvarez ve "factible" que lo logren y manifestó el compromiso del Principado con los cuidados de larga duración. Por su parte, María Velasco deseó suerte de parte de todo el Ayuntamiento "a la admirable familia de Aspace".

El acto fue amenizado por la voz de Carlos Velasco y la percusión de Alba Cuadra, además de por el coro de personas con parálisis cerebral. Los momentos más emotivos llegaron con la intervención de familiares, como Charo Morán. "Mi marido había fallecido y llegué asustada con mi hija. Aquí me acompañaron siempre", agradeció. Alejandro Nava, antiguo trabajador y alumno de Aspace, fue el maestro de ceremonias con la cápsula del tiempo. En ella se introdujeron los discursos, un ejemplar del día de LA NUEVA ESPAÑA o algunas manualidades muy especiales que se guardarán durante décadas bajo la placa de la primera piedra.

Aspace brindó con su gente por seguir creciendo, aunque las familias coinciden en la importancia de lo cotidiano: "Lo difícil lo hacemos todos los días, los milagros como este pabellón tardan un poco más".