José Cánovas: "Juan de Austria y Cervantes no lucharon juntos en Lepanto"

"La tecnología fue clave para ganar la batalla y la de la Liga Santa era mejor", explicó el militar

Por la izquierda, el capitán de corbeta Juan Carlos Pastor; el comandante naval de Gijón, Luis Vicente Márquez; José Miguel Arias, vicerrector de Gestión Académica; el coronel José Cánovas García; el coronel Juan Luis González, delegado de Defensa en Asturias, y el comandante Jesús María Pina, ayer, en el Club. | David Cabo

Por la izquierda, el capitán de corbeta Juan Carlos Pastor; el comandante naval de Gijón, Luis Vicente Márquez; José Miguel Arias, vicerrector de Gestión Académica; el coronel José Cánovas García; el coronel Juan Luis González, delegado de Defensa en Asturias, y el comandante Jesús María Pina, ayer, en el Club. | David Cabo / M. J. Iglesias

María José Iglesias

María José Iglesias

"Juan de Austria y Miguel de Cervantes no lucharon codo a codo en la batalla de Lepanto, sus galeras no estaban cercanas". Así lo explicó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA José Cánovas, coronel de Infantería de Marina, secretario del Instituto de Historia y Cultura Naval, que ofreció una conferencia al hilo de la exposición por el 450º aniversario de la célebre batalla, que se muestra en el Edificio Histórico de la Universidad.

El l 7 de octubre del 1571, musulmanes otomanos y cristianos se enfrentaron frente a la costa de la ciudad griega de Naupacto (Lepanto en italiano). Fue una lucha cruenta por la expansión y el control del Mediterráneo. La batalla, en la que Cervantes perdió la movilidad de su mano izquierda, supuso una de las confrontaciones navales más importantes de la historia.

"Al escritor le lisiaron el brazo, pero no se lo amputaron, aunque todos hayamos oído hablar del ‘manco de Lepanto’ en referencia al autor del Quijote", explicó el coronel Cánovas, a quien acompañaron en la mesa José Miguel Arias, vicerrector de Gestión Académica de la Universidad de Oviedo, y Juan Carlos Pastor, capitán de corbeta, segundo de la Comandancia de Marina de Gijón.

"La tecnología, al nivel de la época, fue clave para ganar la batalla, en eso no hemos cambiado; la de la Liga Santa era superior que la de los soldados otomanos", señaló el coronel, que ha estado destinado por todo el mundo, incluidas plazas como Bosnia e Iraq. Cánovas puso en duda que el auténtico Cristo de Lepanto sea el que se venera en la catedral de Barcelona, La tradición sostiene que el Cristo presidía el puente de mando de la galera capitana en la batalla. La leyenda popular añade que la inclinación del cuerpo se debe a que esquivó una bala durante la batalla o incluso que se movió para impedir los daños a la nave. Cánovas sostiene que el auténtico Cristo podría estar en Valladolid.