Entrevista | Pelayo Villanueva Ovetense, autor de la novela «Luz del este»

"No pretendo hacer hincapié en el sexo o género del personaje, todos somos personas"

"Casi toda la obra se desarrolla en una casa y eso es lo bonito, podría estar en casi cualquier lugar del mundo y ser la misma"

Pelayo Villanueva, con su novela «Luz del este» en las manos. | Miki López

Pelayo Villanueva, con su novela «Luz del este» en las manos. | Miki López / Elena San Emeterio

"Luz del este" es la primera novela de Pelayo Villanueva (Oviedo, 1987). Una obra que ganó el premio "Asturias Joven de Narrativa 2022" y cuya primera edición se publicó en junio de este año. En sus páginas se suman narrativa y poesía, teatro y textos epistolares.

–¿Cómo surge "Luz del este"?

–Empecé a escribirlo sin tener del todo claro hacia dónde iba a ir. Descubrí que el límite de edad para participar en el premio "Asturias Joven de Narrativa", que yo sigo desde hace mucho, eran 35 años y estaba ya rozándola. Después no me podría presentar, así que decidí intentarlo. La mayor dificultad fue adaptarme al plazo, que se terminaba en menos de tres meses. Dudaba entre crear algo desde cero o utilizar cosas que ya hubiese escrito. Opté por lo primero. Fue todo un reto para mí.

–¿En qué se inspiró?

–Hacía poco que había leído "La guardia" del griego Nikos Kavvadías, que salió reeditado, y narra las guardias que hacen los marineros de un barco en alta mar y la relación que tienen entre ellos. En esta obra se hablaba mucho de las prostitutas de los puertos, así que yo pensé en hacer eso pero al revés. Contar una guardia pero desde el punto de vista de las prostitutas. Esa fue la idea de la que partí, aunque poco a poco se fue configurando con vida propia y convirtiéndose en lo que ella misma pedía.

–La novela se desarrolla en un prostíbulo, ¿le supuso problemas?

–Principalmente dos. El primero, yo mismo, porque a menudo pensaba; quizás algunas personas se enfaden a leer esto, pero reflexionaba un momento y me decía: ¿qué es lo importante, lo que la gente opine sobre mí o el libro? Y siempre ganaba el libro, así que seguí adelante, escribiéndolo como él pedía ser escrito. La segunda dificultad es que soy un autor varón escribiendo sobre mujeres, a día de hoy hay quien piensa que no tengo derecho a hacerlo, pero yo no pretendo hacer hincapié en el sexo o género del personaje, porque todos somos iguales, todos somos personas. El libro bien podría estar protagonizado por mineros de las Cuencas en el fondo de una mina y el resultado sería muy parecido. Lo importante son las reflexiones, divagar y no tanto quien lo haga.

–¿Cómo se enteró de que había ganado el premio?

–Fue muy bonito. Yo tenía muchos vídeos que editar, porque trabajo en la productora "El Holandés Aberrante" de la que soy cofundador, e iba saturadísimo. Ese día me levanté a las 5 ó 6 de la mañana, como de costumbre, porque dedico las primeras horas del día a leer, escribir, o empezar el día con algo que me guste, así luego ya tiro contento. Pero esa jornada empezó súper densa y a mediodía dije: voy a parar porque tengo el cerebro frito. Además, estaba haciendo obra en casa así que me puse a hacer cemento. Mientras tanto, no paraba de darle daba vueltas a qué pasaría si ganaba el premio. Fue pensar eso y sonó el teléfono. No dejaba de repetirme: no puede ser, no puede ser. Al principio pensé que era el Ayuntamiento para el que estaba editando los vídeos, pero al responder descubrí que era del Instituto Asturiano de la Juventud. La cabeza me iba a mil por hora, si creyera en esto de las energías se lo achacaría al destino. Pero lo cierto es que fue una casualidad muy bonita.

–¿En qué lugar se desarrolla la novela?

–No quería emplazarlo ni en Oviedo, ni en Gijón, ni en ningún otro sitio reconocible. Casi toda la novela se desarrolla en el interior de una casa y eso es lo bonito, que podría estar en casi cualquier lugar del mundo y ser la misma.

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