Cuenta atrás para culminar la demolición controlada del puente de Ángel Cañedo

La reducción a escombros de la infraestructura, prevista para mañana, permitirá iniciar la segunda fase de la nueva glorieta de Santullano

Aspecto que presentaban ayer los trabajos para derribar el puente, con los operarios desviando el tráfico hacia la mitad ya construida de la nueva glorieta de Santullano.

Aspecto que presentaban ayer los trabajos para derribar el puente, con los operarios desviando el tráfico hacia la mitad ya construida de la nueva glorieta de Santullano. / L. B.

El puente de Ángel Cañedo, la infraestructura creada en los años 60 del siglo pasado para conectar el barrio de Teatinos con Ventanielles paralelamente a la construcción del Palacio de los Deportes, quedará mañana totalmente reducido a escombros. Los operarios de la empresa Ogensa, adjudicataria de la construcción de la nueva glorieta de Santullano, tienen previsto rematar el derribo controlado del puente para, ya a partir de la próxima semana, comenzar la construcción de la segunda mitad de la nueva glorieta de Santullano.

La demolición del puente es fruto de un cuidadoso trabajo realizado por una gran cizalla colocada en el lugar habitual del cazo de una pala excavadora. La cercanía a San Julián de los Prados impide utilizar explosivos, por lo que las máquinas deben ir quitando «bocado a bocado» la plataforma sustentada por los pilares del puente.

El pasado 24 de enero comenzó el desmantelamiento de la mitad del puente situada en el lado del Palacio de los Deportes. Una vez reducida esa parte a escombros, los trabajadores se afanaron en acondicionar la mitad de la glorieta con caída a al barrio de Ventanielles.

El siguiente hito se produjo el último viernes. La empresa Ogensa, adjudicataria de esta obra y la de la reforma de la Cruz Roja, empezó a desviar el tráfico por la mitad de glorieta ya construida para despejar los dos carriles bajo la mitad del puente que continuaba en pie. A principios de esta semana, la piqueta comenzó los derribos de esa parte de la infraestructura, que, según los cálculos municipales, pasará a ser historia este viernes.

Desaparecido el puente, Ogensa tendrá vía libre para rematar la gran rotonda, que rodeará una plaza peatonal de más de 4.000 metros cuadrados, y mejorar la distribución de la circulación de viandantes y coches, con viales hacia los barrios de Ventanielles, La Tenderina, Teatinos y Pumarín, además de mantener la salida en sentido hacia la plaza de la Cruz Roja.

Las mejoras van más allá del ámbito de la movilidad. El proyecto de la nueva rotonda plantea grupos de árboles y arbustos que forman una especie de bosquetes entre los que se encontrarán abedules de corteza blanca, cerezos japoneses de flor roja, magnolio de hoja caduca, cornejo de flor, castaño de indias y roble boreal. En detalle, entre la rotonda de la Cruz Roja y la de Santullano habrá 378 árboles, más 903 ejemplares de arbustos y se crearán 11.908 metros cuadrados de pradera. En resumen, un gran corredor verde en paralelo al gran bulevar urbano creado en los últimos kilómetros de la autopista.

Esta actuación forma parte de las obras financiadas con fondos europeos Edusi y está integrada en las tres fases de transformación de la entrada a Oviedo por la «Y». De momento, solo está rematada la plaza de la Cruz Roja. El equipo de gobierno de Alfredo Canteli confía en poder rematar las otras dos actuaciones –la glorieta de Santullano y el parque lineal rematado por el «arpa»– antes del próximo 9 de mayo.

Suscríbete para seguir leyendo