La joven acusada en falso de secuestrar a un niño en Oviedo demanda a quienes la denunciaron

Maisa da Rocha, que llegó a entrar en la cárcel, exige responsabilidades a la abuela del pequeño, a su madre y a la Administración de Justicia

Maisa da Rocha.

Maisa da Rocha. / F. V.

El despacho de abogados que representa a Maisa da Rocha, la joven brasileña que llegó a ingresar en la cárcel tras ser acusada "sin motivo" de secuestrar a un niño de 5 años en un parque de Ciudad Naranco, ya tienen preparada la demanda que están "a punto de presentar" contra la abuela del pequeño, que fue quien denunció a la brasileña a raíz de un rocambolesco suceso calificado de "malentendido" por la propia Policía Nacional. Los abogados de Maisa da Rocha también van a demandar a la madre del niño, a la propia Administración de Justicia y a "una tercera persona" a la que también consideran "implicada" en una actuación "injusta y desmedida" que atenta contra el derecho al honor de su clienta. En esas demandas se pedirán, principalmente, indemnizaciones económicas.

Los hechos que dieron lugar a la detención de Maisa da Rocha ocurrieron en octubre del año pasado, cuando ella tenía 23 años. Ese día una mujer acudió a Comisaría al interpretar que una chica con características físicas similares a las de la joven brasileña había intentado llevarse a su nieto cuando el pequeño se encontraba jugando en el parque de Juan Pablo Segundo, en el barrio de Ciudad Naranco. La denunciante describió a la supuesta secuestradora como una joven pelirroja, con melena y de complexión delgada. Los agentes le mostraron algunas fotos de Maisa da Rocha y la mujer no dudó a la hora de acusarla, lo que llevó a la Policía a detenerla y a que la joven acabase ingresando en la cárcel por orden judicial después de estar tres días detenida y durmiendo en los calabozos.

Maisa da Rocha se cansó de repetir a los agentes que no sabía nada del supuesto secuestro, que era completamente inocente y que incluso tenía pruebas que demostraban que no estaba en el parque a la hora del presunto intento de rapto: había subido a las redes vídeos suyos maquillándose antes de ir a trabajar a un bar de Vallobín, en los que figura la hora de la grabación. A la joven brasileña la soltaron cuando una menor de 15 años fue a Comisaría con su madre a decir que era ella la que había tenido un altercado con una abuela en el parque; que se puso a jugar con un niño y que la señora perdió los nervios acusándola de querer llevarse a su nieto de cinco años. La menor también era pelirroja y delgada, pero entre ellas hay ocho años de diferencia. "A la señora le enseñaron fotos mías de hace seis años, no entiendo cómo se puede hacer eso", explicó en su día la joven en declaraciones exclusivas a LA NUEVA ESPAÑA.

Maisa da Rocha tomó la decisión de seguir adelante para exigir responsabilidades legales después de escuchar las declaraciones de la abuela del niño. La mujer declaró en el juzgado lo mismo que le había dicho a la Policía cuando la menor de 15 años se presentó en la Comisaría para reafirmar la versión de la brasileña y corroborar que ella no estaba en el parque de Ciudad Naranco el día que ocurrió todo. La abuela del niño dijo que se había puesto nerviosa porque realmente creyó que querían llevarse a su nieto y que el día que la Policía le enseñó las fotos de Maisa pensaba a ciencia cierta que ella era la chica con la que había tenido el altercado. Según los representantes legales de la brasileña, a raíz de lo ocurrido su clienta sufre "crisis de ansiedad, tiene pesadillas y no quiere salir a la calle porque todo el mundo la señala con el dedo".

La joven brasileña sostiene además que la Policía no actuó correctamente y que ni siquiera le dieron opción para explicarse cuando la detuvieron dos días después del presunto intento de secuestro, el 8 de octubre del año pasado. Dos policías de paisano llamaron a su piso –donde vivía con su madre– cuando aún dormía tras haber salido de copas el sábado noche con su novio. La montaron en el coche y pasó un calvario de tres días por lo que la Policía calificó después como un "malentendido". Llegó incluso a pasar una noche en prisión después de permanecer en los calabozos. "Pasé un miedo horroroso y pensé que iba a estar encerrada para siempre por algo que no había hecho. Soy completamente inocente, perdí mi trabajo y mi familia está destrozada. Esto no puede quedar así", explicaba la mujer tras salir de la cárcel.

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