Muere a los 68 años Enrique Valdés Joglar, exdecano del Colegio de Abogados de Oviedo

El fallecido, que estuvo al frente de la institución entre los años 2007 y 2015, será recordado por su "carácter afable y su entrega a la profesión"

Enrique Valdés Joglar, tras recibir la Gran Cruz al Mérito en el Servicio a la Abogacía, en el año 2018.

Enrique Valdés Joglar, tras recibir la Gran Cruz al Mérito en el Servicio a la Abogacía, en el año 2018. / JULIÁN RUS

La justicia asturiana está de luto por la muerte de Enrique Valdés Joglar, decano del Colegio de Abogados de Oviedo entre los años 2007 y 2015. El fallecimiento del letrado, que llevaba tiempo con problemas de salud e ingresado en el hospital desde el pasado 5 de enero, significa un duro golpe para el entorno de un hombre "campechano y tremendamente instruido" que consiguió ganarse el respeto de todo un gremio con su trabajo y su dedicación a un oficio del que siempre estuvo enamorado. "El próximo 30 de marzo íbamos a hacer 44 años de casados, es muy difícil asimilar esto. Enrique era un hombre bueno con todo el mundo", explica su viuda, Begoña Escalona, que también es abogada y fundadora junto a su marido del despacho Valdés y Escalona.

Enrique Valdés Joglar, natural de la localidad piloñesa de Fresnosa, llevaba un tiempo retirado. "Los dos estábamos jubilados. El despacho lo llevan ahora nuestros hijos Enrique y Juan. Sus últimos años los dedicó a disfrutar de sus nietos, por los que sentía auténtica pasión", relata con un nudo en la garganta Begoña Escalada. "También le gustaba la jardinería y pasar tiempo en Castropol, donde pasamos las vacaciones y algunos fines de semana", añade. Precisamente allí, en el cementerio de Santiago, muy cerca de la Ría del Eo descansará para siempre el exdecano de los abogados ovetenses, cuyo funeral se celebrará hoy, a la una de la tarde, en la iglesia ovetense de San Tirso el Real. "En el cementerio de Castropol está toda mi familia y algún día iré yo, que quiero estar a su lado", explica su viuda.

La capilla ardiente está instalada desde ayer en el tanatorio de El Salvador, que se llenó de amigos del fallecido para darle el último adiós y apoyar a su familia. "Estoy muy apenado, siento profundamente la muerte de Enrique", asegura el concejal Nacho Cuesta, que estuvo en el equipo de Valdés Joglar durante los ocho años que fue decano y después lo sucedió en el cargo al frente de la institución. "El Colegio de Abogados dio un salto cualitativo durante su mandato, sentó las bases para transformar una institución languideciente en un órgano que es referente a nivel nacional. Entre otras muchas cosas fue clave en la constitución del Centro de Estudios, que es la joya de la corona", dice Cuesta, que habla maravillas de Valdés Joglar como persona. "Era afable y con un sentido del humor muy asturiano, socarrón. Daba gusto escuchar sus historias", explica.

Luis Carlos Albo, que también fue decano del Colegio de Abogados y amigo personal del fallecido, estaba ayer muy afectado. "Estuve cuatro años con él en la asamblea permanente y fui su vicedecano durante los ocho años de su mandato. Teníamos mucha confianza y ha sido todo un privilegio que me aceptase como su amigo", afirma. "Le gustaba mucho disfrutar de una comida con sus amigos y sobre todo una buena sobremesa. Creo que el Colegio debe tener un reconocimiento hacia una persona que entregó tantos años de trabajo por sus compañeros", dice.

Otra de sus amigas, la abogada Carmen Turiel, se expresa en la misma línea. "Enrique es la persona más íntegra que he conocido en mi vida. Su criterio siempre era honrado y cuando estuve en su equipo en el decanato hizo que me ilusionase otra vez por la profesión y por el Colegio", señala. "Era una persona muy llana que sabía ponerse en la piel de los demás, con la mente muy abierta y progresista, un decano que trabajó para que el Colegio sirviese de verdad a los abogados", sostiene.

El actual decano del Colegio de Abogados, Antonio González-Busto, también tuvo ayer palabras de cariño para su colega fallecido. "Los abogados ovetenses sentimos un dolor profundo. Enrique fue un compañero ejemplar, un magnífico decano, una autoridad en materia de Derecho Agrario y un gran señor. Todo un ejemplo de conducta que debe servir de inspiración a quienes recibimos su legado y a todos quienes ejercemos la profesión", asegura.

Jesús Chamorro, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), quiso pronunciarse al conocer la noticia de la muerte de Enrique Valdés Joglar. "Lo siento enormemente, porque tuvimos una relación muy cercana, sobre todo cuando yo era presidente de la Sala de lo Contencioso y él decano del Colegio. Es una gran pérdida porque fue un hombre siempre dedicado a trabajar por la justicia asturiana". La fiscal superior de Asturias, María Esther Fernández, también expresó sus condolencias. "Tuve el gran honor de compartir con él unos años de su decanato, ya que era decano cuando tomé posesión por primera vez. Esto me permitió mantener un contacto estrecho con él en todos los aspectos relacionados con la Administración de Justicia", contó. "Era una persona acogedora, amable, atenta y con una gran preparación jurídica", añadió sobre el exdecano.