Los cines de Foncalada ultiman los preparativos para abrir al público antes de final de mes

La multisala, donde ya se han instalado las pantallas, está completa a falta de colocar las butacas y efectuar las pruebas técnicas

Miguel Ángel Pérez y César Clemente, ante una de las pantallas de los cines de Foncalada. | Luisma Murias

Miguel Ángel Pérez y César Clemente, ante una de las pantallas de los cines de Foncalada. | Luisma Murias

El sueño del retorno de los cines al centro de Oviedo será realidad en unas pocas semanas. Las salas Embajadores Foncalada abrirán sus puertas al público ovetense antes de que finalice el mes de abril, según anuncia su promotor, el empresario madrileño y distribuidor de films Miguel Ángel Pérez. Su intención inicial es una gran inauguración en la que el alcalde, Alfredo Canteli, sea el encargado de cortar la cinta roja. Las instalaciones de la confluencia entre General Elorza y Alfonso III el Magno se encuentran ya casi terminadas: las pantallas se instalaron entre ayer y hoy en las cuatro salas, lo que supone un hito simbólico que pone fin a los 17 años de sequía cinematográfica en la ciudad. Únicamente falta colocar el resto del mobiliario, compuesto principalmente por las hileras de butacas, y efectuar las pertinentes pruebas técnicas. Calcula que las ventas anticipadas estén disponibles en quince días.

Vista general del estado de las obras en una de las salas. | Luisma Murias

Vista general del estado de las obras en una de las salas. | Luisma Murias / Oriol López

Las instalaciones de los Cines Embajadores lucían ayer por la tarde muy diferentes a la última visita de LA NUEVA ESPAÑA. Las paredes de los pasillos ya están listas para la pintura, los falsos techos colocados y las estructuras de asiento para los proyectores instaladas. También habían hecho acto de presencia las joyas de la corona de cualquier sala de cine. "Esta mañana todavía faltaban. Hemos venido hace tres horas y ahora, por la tarde, ya están", explica César Clemente, socio y director técnico de la obra. Junto a él, Pérez y el gerente de la multisala, Juan Manuel Sánchez Baizán. Ambos asienten. Hablan de las pantallas. Ante ellos, en la sala número uno, ya lucía una superficie de proyección de siete metros de longitud donde se proyectaban únicamente sus sombras, por el momento. Las otras tres salas aún dejaban ver la pared desnuda, compuesta de los altavoces de los equipos de sonido y rellenas de aislante acústico, pero por poco tiempo.

El resto de componentes de las estancias ya estaban a punto. Las paredes, terminadas, con doble capa de espuma y revestidas del clásico terciopelo de color negro que adorna la mayoría de salas de cine. Se echan en falta las butacas. Les llegan el lunes, directas desde La Rioja. En la sala grande, las 120 localidades se distribuirán en dos bloques asimétricos; cuatro a la izquierda y siete a la derecha, partidas por el pasillo central. La excepción son las primeras filas, donde se reducen de siete a seis. Estiman que tardarán aproximadamente una semana en instalar los asientos en todas las salas. "Cuando tienes puestas las butacas ya parece que tienes un cine de verdad", exclama Clemente. Aunque antes vienen otras cuestiones.

"Solo falta que se pongan a conectar cosas", añade Pérez, principal impulsor del proyecto que ya abrió otras salas similares en Madrid. Los proyectores estaban en la obra. Uno sobre su soporte. Otro en el suelo, todavía por desembalar. Los cuatro serán colocados y conectados estos días. Y de ahí pasarán a la fase de pruebas. Consistirá en la proyección de películas para ajustar de manera óptima los parámetros visuales y sonoros. No se olvidan de otras máquinas imprescindibles. "Las de los refrescos y la cerveza, las del bar", ríen.

Para la apertura quieren hacer cine mudo con piano. También un ciclo dedicado al director finlandés Aki Kaurismäki y otro protagonizado por personas del espectro autista. Y presentar la película "El amigo de todos", del ovetense José Antonio Quirós. También anuncian una jornada de puertas abiertas, para hacer las presentaciones adecuadas con un amigo pródigo que, ahora sí, vuelve al centro de Oviedo: el cine.

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